El Mundial de Rugby 2023 comenzó de manera imprecisa para unos Pumas que no pudieron desplegar su juego frente a Inglaterra, en la primera fecha. Pero fueron acomodando el rumbo, y vencieron a Gales para concretar su tercera semifinal mundialista en la historia. Del otro lado los esperan, claro, los tricampeones y grandes favoritos: Nueva Zelanda. Pero a pesar de pronósticos desfavorables, el estadio que albergará el encuentro puede ser un motor para Argentina, que vivió allí momentos icónicos de su historia.

El Stade de France tiene poco más de 25 años de edad y fue fundado con fines futbolísticos; para el Mundial de 1998, en el que los locales serían campeones. Mas aquel Francia-España que le dio nacimiento a un estadio con capacidad para más de 81.000 personas no sería reflejo del resto de la historia. Con el tiempo, el Stade de France se convirtió para los galos en un bastión mucho más global que futbolístico; e, incluso, deportivo. Pasaron por él fenómenos como Madonna, Los Rolling Stones y Coldplay; y se confirmó la presencia de The Weeknd, en los próximos meses. Además de recitales y eventos multifacéticos, el estadio albergó, por supuesto, cientos de partidos de rugby; algunos de los cuales Los Pumas salieron más que satisfechos.

Mira a la Argentina en el Stade de France

Los Pumas, preparándose para el partido frente a Nueva Zelanda (Vía: X).

El Stade de France fue testigo de, posiblemente, el partido más recordado en la historia de Los Pumas. Fue en el encuentro inaugural de 2007, en el que vencieron a Francia por 17-12, con una corrida de Ignacio Corleto que al día de hoy permanece nítidamente en la memoria de los argentinos. El equipo liderado entonces por Agustín Pichot perdería luego en el mismo estadio las semifinales frente a Sudáfrica; pero la categórica victoria frente a Francia, nuevamente, por el tercer puesto (esta vez por 37-13), dejaría un balance más que positivo para Los Pumas en aquel 2007.

Siete años más tarde, Argentina regresó al Stade de France. La suerte, se creía, no sería la misma frente a Les Bleus. El equipo de Daniel Hourcade no venía con buen nivel y arrastraba un resultado negativo tras otro en aquel 2014. Pero las predicciones se convirtieron en historia cuando Nicolás Sánchez acertó su tercer drop del partido. Juan Martín Hernández luego aportaría otro. Fue victoria celeste y blanca por 18-13, fruto de todos puntos con el pie. Nueve años pasaron desde aquel día, pero ningún argentino podrá jactarse de no haber esbozado una sonrisa al oír que las semifinales de este Mundial de Rugby se jugarían en el Stade de France. El estadio que tantas veces les sonrío ¿honrará el pasado?