Michael Jordan se retiró de la NBA en 2003 vistiendo la camiseta de los Washington Wizards y siendo el mejor jugador de la historia de la liga. Había brillado durante 13 temporadas en Chicago Bulls y gozado de un contrato obviamente rico, dada su calidad. Pero aun así, sus ingresos producto del básquet no son siquiera comparables con los que ha conseguido gracias a Nike.
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Michael Jordan es según Forbes el primer deportista en cruzar la barrera de los multimillonarios. Y a eso no ha ayudado su nivel en los Bulls tanto como su negocio con la marca de la pipa. En 1984, Nike buscó a un joven Jordan que prometía reinar en la NBA y lanzaron un modelo de zapatillas con su apellido. Las ganancias se dispararon enseguida y las ventas fueron 20 veces mayores que las esperadas el primer año.
Hoy, 40 años después de aquel profético negocio, las Air Jordan se han ampliado y el ex 23 de los Bulls ya no solo posee un modelo de zapatillas sino una línea de ropa completa, aunque el calzado continúa siendo la prenda más codiciada y hay modelos que superan los 400 dólares. Gracias a Nike, Jordan recibe 60 millones de dólares anuales. Este monto significa aproximadamente 75% de sus ingresos totales (80 millones). Además, MJ tiene acuerdos con otras marcas y sobre todo ha invertido en franquicias deportivas, que también le rinden millones.
Fue accionista mayoritario de los Charlotte Hornets hasta 2023 y vendió gran parte de ellas por un monto de 3.000 millones de dólares, un número 10 veces más grande por el que las había adquirido, pese al mal desempeño del equipo en la NBA. También ha invertido en equipos de NASCAR y MLB. Sus contratos en la NBA durante los 80 y 90 rondaron los 90 millones de dólares, entre todos. Más o menos lo que Nike le rinde en solo un año y medio.