Es de los mejores jugadores de la NBA, a pesar de estar atravesando un momento difícil en su carrera a sus 34 años. Y es, seguramente, el que posee una característica más distintiva, que ha constituido su apodo desde hace años: “El barba”. Pero James Harden supo jugar al básquet con el rostro lampiño, en un tiempo que quedó muy lejano. ¿Por qué hace más de 10 años que no se afeita?
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No hay que mencionar su época solamente como jugador universitario para referirse a un James Harden sin barba. Incluso, en sus comienzos en la NBA, cuando Oklahoma City Thunder lo seleccionó en el Draft de 2009, “El barba” no era, ni por asomo, “El barba”. Aunque hoy sería difícil reconocerlo sin ella, existen fotos de un Harden que sí hacía caso a su madre, y tenía el rostro afeitado.
Más de un adolescente puede verse identificado con el pensamiento de Harden más de una década atrás. A pesar de ser un jugador súper talentoso, vivió las mismas etapas que cualquiera. Contó que, de chico, aunque su madre le pedía insistentemente que se afeitara, se dejó llevar por la novedad y le dio un intento al que luego sería su rasgo más distintivo:
“Cuando era un adolescente, note qué empezaba a crecerme la barba. Fue algo que se salió de control y a mí me gustaba cómo lucía”.
Primero fue una barba corta, tímida. Pero con los años, cada vez se veía una menor parte de su rostro. Para cuando fue traspasado a Houston Rockets, Harden ya poseía un tupido vello facial. Hoy, más de diez años después, le tiene mucho apego y afirma que solo su barbero “puede tocar su barba”; y que le da “miedo” afeitarse solo. De todas formas, no descarta hacerlo algún día. Aunque las condiciones no son sencillas. “¿Te afeitarías algún día”?, le preguntaron.
“A cambio de 10 millones de dólares, como mínimo”, contestó.