Tim Grover no es un nombre sumamente conocido en la NBA, pero no por eso su rol no fue totalmente indispensable en ella. Se trata de quien trabajó codo a codo durante 15 años con Michael Jordan, para convertirlo en el mejor jugador de todos los tiempos. El protagonista contó detalles sobre cómo llegó hasta la estrella de Chicago Bulls y sobre sus métodos de entrenamiento poco comunes.
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Hijo de padres hindúes, Grover “debía” ser doctor, ya que ellos trabajaban en un hospital de Chicago; pero se rebeló, un poco, y eligió convertirse en preparador físico. Trabajó en un gimnasio, en el que ganaba 3,35 dólares la hora, según él mismo confesó y un día tuvo una brillante idea. Leyó en el periódico declaraciones en las que Michael Jordan se quejaba del desgaste físico que le infringían los Detroit Pistons, así que decidió manifestarse.
Grover quería proponer su nombre para ayudar a la labor física de los Chicago Bulls. Pero llegar a MJ, sabía, no era fácil. Aunque tuvo suerte: una de sus cartas cayó por casualidad en manos del 23 y este se interesó en la propuesta:
“No había móviles, ni mensajes, así que escribí 14 cartas a mano. En la plantilla de los Bulls había 15 jugadores, pero a Michael no le escribí. Era el mejor. No me iba a atender”.
Jordan lo llamó para una prueba de 30 días. Tanto le gustó el trabajo de Grover, que le pidió exclusividad y acabó estando 15 años junto al preparador físico. Grover tenía para su jugador sesiones de entrenamientos, de ojos y reflejos, dedos, tobillos. Un adelantado en su tiempo. Contaba cuántas veces usaba MJ cada parte de su cuerpo para así adecuar el trabajo: “Si utilizaba una parte de su cuerpo más que la otra, debíamos entrenarla más, no por igual”.
Y gracias a sus métodos, así le fue. Tim Grover estuvo una década y media forjando el cuerpo de quien se convirtió en el mejor basquetbolista de la historia con 6 Anillos de la NBA. Luego, también trabajó con figuras de la talla de Kobe Bryant o Dwayne Wade. Pero, mientras estuvo con Michael Jordan, solo se dedicó con él. Y se supieron entender:
“Me decía que no quería hacer lo que todo el mundo hacía porque no quería ser como todos”, dijo Grover sobre el de los Bulls.