Definitivamente será una estrella. Con 22 años, su crecimiento ha sido paulatino al punto de hoy ser la figura del equipo revelación de la NBA. Anthony Edwards tiene 22 años y es el gran responsable de que sus Minnesota Timberwolves ocupen la 3º posición de la Conferencia Oeste. Con un promedio esta temporada de 26,7 puntos, su futuro en la liga es verdaderamente prometedor.

Pero Edwards no es más futuro que presente. En el partido que jugó su equipo frente a Utah Jazz, que terminó en victoria de los Wolves por 114-104, con 32 puntos del joven escolta, fue el autor de una jugada memorable. Faltaban cinco minutos para el final del tercer cuarto y el propio Edwards tomó un balón suelto y comenzó el contraataque. Se la pasó a Nickeil Alexander-Walker, este se lo devolvió y el número 5 saltó por encima de su rival John Collins para anotar una espectacular volcada.

Tan espectacular, que tuvo sus consecuencias. Anthony Edwards se dislocó el dedo y Collins debió retirarse por un golpe en la cara, que sin intención le propinó el de los Timberwolves. Los comentaristas del encuentro, eufóricos, quisieron dimensionar lo sucedido. Y no parecen haber exagerado:

“Quiero decir que esta podría ser la volcada del año. Dios mío, Anthony Edwards posterizando a John Collins. Ese es el cartel de todos los carteles. El pobre John Collins, que recibe un golpe en el ojo y un ego herido en el camino”.

El protagonista habló luego del encuentro y opinó sobre su proeza. Aseguró que le dio “escalofríos”, porque era la jugada que había “soñado” y que la volcada hizo más emocionante el partido. Sobre cómo fue posible, declaró: “Pensaba que iba a fallar porque no estaba cerca del aro, pero de alguna manera Dios quiso que entrara”.

Mira el mate de Edwards