Los Juegos Olímpicos de París traen consigo un calor agobiante que sienten, tal vez más que otros, los tenistas. Expuestos al sol a horas del mediodía, más de uno ha levantado alguna queja por las temperaturas extremas. El alemán Alexander Zverev, por su parte, decidió tomárselo con algo de humor. Le pidió un abanico a una aficionada.

En su partido por los cuartos de final ante Lorenzo Musetti, cuando el partido estaba 7-5 y 3-4 a favor del italiano (que ganaría 7-5 y 7-5), Zverev puso sus manos sobre sus rodillas, extenuado, luego de un largo punto. Eran las 4 de la tarde en París y la sensación térmica superaba los 35 grados. Entonces, Zverev, flamante campeón olímpico tras su oro en Tokio 2020, se acercó a la primera fila del estadio Philippe Chateier y le pidió a una aficionada su abanico para darse algo de aire.

El alemán sonrió y entre risas se abanicó. Pero el calor era muy intenso y había hecho a Musetti y Zverev sufrir durante todo el partido. En los cambios de lado, se los vio a los jugadores con hielo en sus cuellos y transpirando más de lo habitual. Rafael Nadal ya se había quejado por jugar a las 2 de la tarde su primer partido de singles. Ahora, fue el turno del 4º y el 16º del mundo, respectivamente.

Lorenzo Musetti se dio el gusto de vencer a Zverev, campeón en los últimos JJ.OO., por 7-5 y 7-5. Espera en semifinales por el número 1 del mundo, Novak Djokovic, o el griego Stefanos Tsitsipas. El italiano está cerca de obtener una medalla para su país en un año que ha sido muy bueno para él: viene de hacer semifinales en Wimbledon y final en Umag. Zverev, por su parte, no podrá retener su medalla y tampoco podrá luchar siquiera por la de bronce.