Cárcel, drogas y deudas: la vida familiar de C.J. Stroud
El novato, que es la sensación de la liga, tuvo una infancia plagada de conflictos; una relación reconstruida con su padre y un camino que lo llevó a la NFL.
Hoy es el abanderado de Houston Texans y es el novato de quien todos hablan en la NFL. Pero tiene una historia personal mucho más larga que merece la pena ser contada. Antes de ser jugador de la NFL, siquiera de la universidad, C.J. Stroud lidió con problemas familiares, económicos, delitos, entre otras cosas.
A los 13 años, un joven C.J. sufrió ver a su padre ir a prisión, condenado por secuestro, robo y agresión sexual. Fue condenado a 38 años en las celdas. Luego de la trágica noticia, la familia de C.J Stroud se vio prácticamente sumida en la bancarrota. Pero a fuerza de voluntad y trabajo supieron salir adelante, y hoy el propio Stroud puede jactarse de aquel esfuerzo como parte constitutiva de su camino hacia la NFL.
Su padre había tenido serios problemas con las drogas; y no era la primera vez que estaba preso. Pero en la cárcel, luego de su última condena, se abrazó a la religión y halló en Dios su medio para dejar de consumir; y se convirtió en pastor. Aunque luego tuvo una recaída y eso fue un durísimo golpe para la familia: debieron abandonar la residencia y buscar un nuevo hogar, y el vínculo padre-hijo se rompió por completo.
C.J. quería apostar por su camino deportivo pero no tenía recursos y, mientras sus compañeros ya trabajaban con nutricionistas y profesionales, el debía mejorar con videos de Youtube. Mientras tanto, ayudaba a su madre en el almacén. Su explosión fue relativamente tardía, en los últimos años de la escuela. Luego, optó por la Universidad de Ohio, donde se convirtió en titular tras la salida de Justin Fields a Chicago Bears. Fue allí, nada más que hace dos años, que volvió a hablar con su padre.
Stroud no había ganado el trofeo que reconoce al mejor jugador universitario y estaba muy decepcionado. Fue entonces, a raíz de una conversación que lo consoló, que volvió a hablar con su padre y reconstruyó una relación por completo. Hoy, Stroud es el mariscal “sensación” de la NFL y tiene números que permiten hablar de un futuro gigante: 19 pases de anotación esta temporada, 300 yardas por partido sin interrupciones durante 4 semanas, y estadísticas comparables con referentes como Tom Brady y Peyon Manning. C.J. Stroud, el rookie que no verá a su padre en libertad hasta el 2040, pero reconoce:
“Él ha cometido errores. Yo he cometido los míos. No se trata, únicamente, de ver lo malo”
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