El juicio por el "caso Rubiales" comenzó en la Audiencia Nacional y la jefa de prensa de la selección española, Patricia Pérez, confirmó que recibió presiones en relación con las manifestaciones de la jugadora Jenni Hermoso tras el beso que recibió por parte del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales en los festejos de la Copa Mundial Femenina.

Pérez declaró ante el juez Francisco de Jorge, titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, que investiga a Luis Rubiales por agresión sexual y coacciones. En dicha declaración admitió que fue presionada por distintos directivos de la RFEF para cambiar la versión de los hechos sucedidos el pasado 20 de agosto en los festejos de la Copa del Mundo Femenina.

Además, la responsable de prensa entregó su teléfono para la investigación e intentar corroborar las presuntas coacciones a Jenni Hermoso y a su entorno para que dijeran que el beso fue consentido. El hermano de la jugadora, Rafael Hermoso, también se presentó a declarar y entregó su teléfono para que se puedan revisar los mensajes y llamadas que le llegaron para que cambiase el relato de lo sucedido con su hermana.

El juez también escuchó la declaración de Miguel García Caba, exdirector de Integridad de la RFEF, que habló sobre el informe que realizó el departamento que encabezaba sobre lo sucedido en la final de la Copa del Mundo Femenina y que, según las fuentes, cerró sin ninguna consecuencia para Luis Rubiales y sin escuchar el testimonio de Jenni Hermoso.

Este era el informe que el propio Rubiales había defendido en la Asamblea de la RFEF que se dio el 25 de agosto pasado donde mantuvo que no iba a dimitir de su cargo de presidente y explicó que el departamento de integridad de la RFEF "había llevado a cabo las diligencias pertinentes para esclarecer los hechos".

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AUTOR

Augusto Cirillo

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