En la antesala de unos nuevos Juegos Olímpicos, la emoción y la adrenalina crecen día a día. Una de las mayores citas deportivas de todo el mundo está por comenzar y algunos de los mejores deportistas del planeta ya se proclaman con respecto a lo que se viene. Charles Leclerc, piloto estrella de Ferrari y uno de los mejores corredores de la Fórmula 1, expresó su deseo de añadir al automovilismo como deporte olímpico. Además, el monegasco portó la antorcha olímpica en representación de su país durante un recorrido que hizo por Mónaco previo a los juegos. 

El sueño pendiente de Leclerc

Charles reconoció que uno de sus sueños es poder representar a su país, Mónaco, en una competición y más aún en unos Juegos Olímpicos. Desafortunadamente, hoy por hoy no existe ningún torneo de automovilismo que convoque un representante de cada país dejando de lado las escuderías y poniendo el foco en las naciones. La Fórmula 1 cuenta con mucha diversidad cultural y de naciones y sería muy interesante poder ver a todos los mejores pilotos del mundo representar a su país en un torneo. 

Portar la antorcha olímpica, un honor

Una de las principales razones por las cuales Leclerc fue el encargado de portar la antorcha olímpica en representación de su país natal es el hecho de que el piloto de Ferrari se convirtió en el primer monegasco en ganar el Gran Premio de Mónaco en más de 93 años. Casi un siglo después de la victoria de Louis Chiron con un Bugatti en 1931, cuando la Fórmula 1 aún no era Campeonato Mundial y las carreras se llamaban Grand Prix. Tras esta memorable victoria en casa, el legado de Charles Leclerc se agiganta aún más y este reconocimiento es una muestra de agradecimiento de parte de su Mónaco, su hogar.