Coco Gauff había comenzado su viaje por Francia con una enorme sonrisa. La tenista de 20 años y Nº2 del ranking WTA había sido elegida para portar la bandera de Estados Unidos junto a su compatriota LeBron James en los Juegos Olímpicos de París 2024 y se había convertido así en la abanderada más joven de la historia de su país. Pero todo cambió en la mañana del martes, cuando su alegría se transformó en llanto.

Coco Gauff venía de arrasar 6-3 y 6-0 y 6-1 y 6-1 a sus primeras dos rivales en París, pero su siguiente contrincante, la croata Donna Vekic, le puso las cosas más difíciles. Vekic ganó 7-6 el primer set y estaba 3-2 con break point a su favor en el segundo cuando sucedió el momento del día: una interminable discusión entre Coco Gauff y el juez de silla español Jaume Campistol que hizo llorar a la tenista y derivó en la llamada a una supervisora.

Gauff sacaba 40-40 y una bola de Vekic que picó sobre la línea de fondo fue cantada fuera por una jueza de línea, al tiempo que Coco lanzaba su golpe a la red. El juez de silla Campistol corrigió y la dio buena, otorgándole el punto a Vekic (que pasaba a tener punto de quiebre). Gauff se quejó de que el canto de la jueza fue antes e interfirió en su devolución, por lo que el punto debería repetirse. Pero el umpire mantuvo su decisión.

Eso hizo que la 2º del mundo se acercara a discutir con él y lo hizo durante casi cinco minutos; una supervisora del certamen debió incluso acercarse a la cancha a mediar. El público abucheó a Gauff mientras se demoraba quejándose, pero en un momento cambió de parecer y la ovacionó. Fue cuando la joven de 20 años se puso a llorar de impotencia y le dijo a Campistol, recordando con angustia experiencias pasadas en Roland Garros

“Siempre me pasa en esta cancha. ¡No es justo!”.

La larguísima discusión

De todas formas, no hubo vuelta atrás. Después de casi cinco minutos el partido siguió, el público volvió a abuchear a Gauff y la norteamericana no pudo hacer pie. Ganó solo 5 puntos después de la discusión y perdió 6-2 el set frente a Donna Vekic. Fue todo para la abanderada de Estados Unidos, que se despidió de París 2024 entre llantos, quejas y angustias.