La Fórmula 1 se encuentra actualmente en una pausa de una semana antes de que se reanude la acción en Australia. El jefe de Mercedes, Toto Wolff, aprovechó esta oportunidad para dar una vuelta con un Mercedes AMG GT3 de 620.000 dólares. El técnico austriaco eligió el mítico circuito de Imola para su excursión, pero la salida resultó ser una pesadilla cuando chocó el GT3. Desde DeporteGlam te contamos que por suerte, salió ileso.

Hablando sobre el accidente, Toto Wolff le dijo a la publicación alemana OE24 (según una publicación compartida por @JunaidSamodien _ en X), “Mis habilidades de conducción no son las ideales en este momento. Durante nuestras pruebas en Imola, tuve un problema con el control de tracción y picoteé la pared después de dos vueltas”.

Luego, Toto Wolff minimizó el accidente como un “beso en la pared” en comparación con su devastador accidente en el circuito de Nordschleife hace años. Conduciendo un Porsche 911 RSR allá por 2009, Wolff se catapultó hacia la barandilla de acero después de que su neumático trasero derecho explotara.

Según un informe de ESPN, la única cámara a bordo superviviente lo grabó apagando el motor, quitando la dirección, saliendo del auto y cayendo inconsciente al otro lado de las barreras. Toto Wolff, sin embargo, no recuerda nada de eso.

Afortunadamente, el reciente accidente no fue tan grave, y tampoco tan feroz como el que tuvo el año pasado que lo dejó con un yeso por un tiempo. Debido a todos sus momentos de nervios previos, es justo decir que el Toto Wolff, de 52 años, no puede tomar un respiro.