Todo empezó en un concurso de triples a nivel universitario. Un chico japonés que pocos conocían no paró de encestar triples, desde cualquier lugar y de cualquier manera. Incluso lanzaba sin mirar dónde caía la pelota, como hace su ídolo Stephen Curry. Brilla en la universidad, sueña con la NBA y Keisei Tominaga tiene motivos para confiar. El imitador de Stephen Curry se convirtió en un fenómeno tal que ahora es el único atleta internacional en firmar un acuerdo con la marca del base de Golden State Warriors y jugará en la G-League.

Este jugador de 1,88 metros y 23 años nació el 1 de febrero de 2001, en Nagoya, Japón, en una familia que respiraba básquet. Su padre, Hiroyuki, fue un jugador profesional durante 10 años en la liga japonesa, se desenvolvió como pívot (medía 2,10) en la Selección de su país y llegó a disputar un Mundial, el de 1998 en Grecia. El hijo, por su parte, siempre se lució como un tirador desde el perímetro. En la escuela secundaria llegó a promediar 39,8 puntos por juego en el torneo nacional japonés. Su equipo fue tercero y para colgarse el bronce el chico metió 46 de los 76 tantos del equipo.

Sus producciones llamaron la atención de algunas universidades en Estados Unidos, que le hicieron ofertas de becas completas. Él no dudó: su sueño era llegar a la NBA. Así fue que aceptó lo ofrecido por Ranger College en Texas pese a que se trataba de un programa menor dentro del básquet estadounidense. Tuvo su debut universitario el 1 de noviembre del 2019, ante Missouri State, anotando 19 puntos en el triunfo por 100-84. Apenas 15 días después metió 34 ante Victoria College y en esa primera temporada fue el líder de un equipo que ganó 28 de los 31 partidos. Promedió 16,8 puntos y 55% de campo y 48% en triples. 

Quería crecer. Sentía que podía. Y la división NJCAA le “quedaba chica”. Así que pasó a la Universidad de Nebraska de la NCAA que entrenaba un ex jugador de NBA, Fred Hoiberg. Y empezó un nuevo camino hacia una suerte de estrellato. En su segunda campaña jugó más, promedió 13,1 puntos por partido, 40% en triples y se volvió una pieza importante. Tominaga, este año, unió caminos con su ídolo. Estuvo en los Juegos Olímpicos de París 2024 donde Stephen Curry fue el gran héroe, aunque el nipón solo sumó 8 minutos.

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La última temporada fue la que lo catapultó a la fama. Tominaga promedió 15,1 puntos, su mejor marca, con un 37,6% en triples. En total, en sus tres años en Nebraska, el número de triples anotados fue de 178 en 94 partidos. “

Su juego habla por sí solo. Lo que ha hecho desde el punto de vista de liderazgo hasta la forma en la que se ha integrado en la comunidad. Es uno de los jugadores más populares no solo de Nebraska, sino también en la región”, afirmó Hoiberg sobre su base estrella.

En esos meses finales, Tominaga se transformó en un fenómeno social y mediático. Especialmente desde que la comparación con Curry se viralizó tras un concurso de triples en la NCAA. Las similitudes, que van desde el rango de tiro hasta el N° 30 en su camiseta, ayudaron a popularizarlo. Y no fue casualidad que Curry Brand, la marca personal del jugador de los Warriors, compartida con Under Armour, le firmara un contrato publicitario para las zapatillas, convirtiéndose en el único atleta internacional en alcanzar ese patrocinio. 

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No pudo ingresar en el Draft de la NBA y el sueño deberá esperar. Pero no está lejos: firmó con el G League United, un seleccionado de la liga de desarrollo de la mejor competencia del mundo y su talento ya es visibilizado por cientos de miles. Por lo pronto, el de 23 años disfruta que lo comparen con uno de los mejores lanzadores de triples de la historia y se conmueve: “Steph siempre ha sido uno de mis héroes del básquet. He trabajado mucho para emular su juego, por lo que poder representar su marca y todo lo que representa es un sueño hecho realidad. Todo esto significa mucho para mí, es una gran emoción”.