Este año, Michael Jordan vendió gran parte de sus acciones en Charlotte Hornets, equipo del que fue propietario durante 13 años y le generó mucho dinero a pesar de defectuosas performances en la NBA. Pero hubo un tiempo, cuando MJ recién se involucraba en la franquicia, en que no se llamaban Hornets… sino Bobcats. Y ese equipo fue, para muchos, el peor de la historia de la liga. Tanto, que hasta el propio Jordan padeció las consecuencias.

Los Bobcats finalizaron la temporada 2011-12 con un porcentaje de victorias del 10,6%: el más bajo de la historia. Su récord fue de 7-59, en una temporada corta marcada por un lockout de 161 días que postergó su comienzo hasta Navidad. A pesar de ganar su primer partido, 96-95 frente a Milwaukee Bucks, luego fue todo tristeza para unos Bobcats que no pudieron ganar más de 3 partidos; y promediaron una victoria cada 14 derrotas.

Fueron dueños de una de las peores rachas en la historia de la NBA: desde su victoria frente a Torrent Raptor por 107-103, los Bobcats perdieron ¡23 partidos seguidos! Y en el último mes, marzo, registraron 16 derrotas y ningún triunfo. Fueron la peor defensa, el peor ataque, y, en cantidad de aficionados, fueron el quinto equipo con menor asistencia. Tanto así, que en su último partido de local, sus hinchas se atrevieron a abuchear al mítico Michael Jordan. 

El Spectrum Center fue anfitrión del último traspié del año: 84-104 frente a New York Knicks. Michael Jordan, propietario de la franquicia, estaba presente. Cuando la pantalla del estadio lo enfocó, recibió un abucheo que seguramente habrá sido el mayor de su vida. Lo curioso es que sucedió en Charlotte, Carolina del Norte, donde MJ creció y desarrolló su pasión por el básquet. Ni allí lo perdonaron. Los Bobcats vieron su ocaso en 2014, cuando se reconvirtieron en Charlotte Hornets; el equipo que desde 2002 no figuraba en la NBA.