David Beckham cuenta con un documental que se estrenó en Netflix, donde revela los momentos más trascendentales de su carrera deportiva. Uno de los momentos más impactantes se refiere a la relación que tuvo con Alex Ferguson, su entrenador en Manchester United, quien fue uno de los entrevistados en la miniserie.

El director técnico que estuvo a cargo de Los Diablos Rojos desde 1986 hasta 2013 fue quien lo llevó al club con 12 años, pero la historia no terminó de la mejor manera, a pesar de la gran relación que tuvieron.

“Era un chico apuesto y lucía bien, así que les fascinaba a los medios”, dijo Sir Alex sobre Beckham. Una expulsión mediática contra Argentina en los octavos de final del Mundial de Francia de 1998 fue el foco de crítica sobre el inglés, que recordó ese momento con el diálogo que tuvo con Ferguson: “Cuando volví al club, el entrenador me preguntó cómo estaba, me puse emocional y le dije que no muy bien”. La recomendación por parte del ex entrenador fue que se despejara en unas vacaciones y que luego regresara a la institución.

La relación empezó a tener cruces. El romance con Victoria Push y la exposición mediática que comenzó a tener fueron algunos de los motivos. Ferguson dio su parecer sobre la relación y también contó una situación que se dio previo a que, el por entonces jugador suyo, le revoleara un botín de juego. Previo a eso, Beckham apareció con una gorra antes de un partido con el equipo. Entonces, Sir Alex le pidió que se la quitara, pero el ex mediocampista inglés se negó.

“Todo explotó, la culminación fue lo del botín”, reconoció Ferguson. Luego de una derrota de Manchester United por 2-0 ante Arsenal, Sir Alex ingresó furioso al vestuario y se enojó con Beckham por su nivel de juego. Contaron los testigos de ese momento cómo fue la situación de la discusión: “Mira el video”. “No necesito el p... video, tengo ojos y lo recuerdo”, prosiguió el ex entrenador. David admitió que lo insultó. En medio de muchos insultos, Sir Alex pateó un botín y golpeó la cabeza del jugador, le provocó un corte en la ceja izquierda. Al tocarse y ver la sangre, el ex volante ofensivo se paró para golpearlo pero los separaron.

Luego del hecho, Ferguson comentó en conferencia de prensa: “Debo enfatizar que, como hice en mis 29 años de entrenador, lo que pasa en el vestidor es sagrado. Al contrario de muchos informes, a David no le dieron puntos, solo fue un rasguño. Y seguimos adelante. Es todo lo que diré”.

Fue una relación de padre e hijo al principio, pero culminó de la manera menos pensada.