El argentino Agustín Pichot es uno de los referentes más importantes de la historia del rugby de su país. Luego de su retiro, se dedicó a la gestión a nivel global y llevó su influencia a otros horizontes. Fue vicepresidente de la World Rugby, pero perdió las últimas elecciones presidenciales frente al inglés Bill Beaumont. Ahora, en el marco del Mundial de Rugby 2023, criticó duramente la forma en que la organización se maneja y la mala promoción del deporte.

En una entrevista con el medio Daily Mail, que, a pesar de ser inglés, siempre lo ha apoyado abiertamente, Pichot cuestionó el hecho de que el rugby actualmente “protege su núcleo”, pero no es un deporte global. Y opinó que la falta de competencia para equipos que no son de élite perjudica al espectáculo en sí:

“¿Qué ha cambiado de Japón 2019 a ahora? Nada. ¿Qué sentido tiene que Uruguay llegue a un Mundial dentro de cuatro años sin jugar un partido relevante en ese tiempo? En la primera rueda de 2027 será aplastado”.

Además, fue duro con la forma en que, considera, se promociona hoy en día el rugby. En el pasado Mundial, durante el cual aún era vicepresidente de la World Rugby, Pichot impulsó un programa interactivo diario en Instagram y promovió campañas en redes sociales, especialmente en Tik Tok. Pero, ahora, cree que el deporte de la pelota ovalada no está sabiendo adaptarse a este nuevo entorno: “Es un deporte que está envejeciendo, no es atractivo, no es innovador. ¿Qué les damos a los niños? ¿Qué está pasando con Twitch? ¿Y con Tik Tok?”.

No dejó de referirse al aspecto económico. Pichot resaltó lo desfavorables que resultan los números, no solo en países periféricos, sino incluso en las potencias. Como hombre de negocios, dijo, está sumamente preocupado por los números “en rojo”. Y, como si no hubiese sido lo suficientemente clara su postura sobre la gestión de Beaumont, concluyó:

“Miren a Gales, la Premiership. Miren a cualquier parte. El problema es que los costos están subiendo pero no hay mejores ingresos ni un mejor producto que mostrar. El otro día escuché que Inglaterra tiene un déficit de 20 millones de libras. ¡Inglaterra! Sudáfrica, rojo. Gales, rojo. Australia, rojo. Es alarmante”.