El presente de Kevin Porter Jr. es oscuro y pesimista, tanto a nivel deportivo como personal. Oklahoma City Thunder lo adquirió para enseguida descartarlo y dejar al escolta sin equipo en la NBA. Y, por el otro lado, enfrenta una causa que lo imputa de haber golpeado y fracturado a su novia, Kysre Gondrezick. O, al menos, así era hasta hace poco…

El 11 de septiembre pasado, Porter Jr. fue detenido tras un incidente doméstico en el Millenium Hilton de Nueva York que protagonizó con su pareja, la jugadora de WNBA Kysre Gondrezick. Desde el principio, el comunicado de la policía indicaba que el basquetbolista había atacado a su novia y le había provocado una fractura de vértebra del cuello y un corte profundo en su ojo derecho.

Pero la historia tuvo un giro recientemente y los fiscales de Manhattan le retiraron al jugador los cargos por dicha fractura, eximiéndolo de culpabilidad en esa lesión. ¿La razón? Llamativamente, la propia Gondrezick salió a “defender” a Porter Jr. y aseguró que aquello no era cierto.

“No me pego, eso es una mentira”, dijo.

De todas formas, el ex Houston Rockets está lejos de tener solucionada su situación. A pesar de haberse declarado inocente, todavía se enfrenta a los cargos de estrangulamiento en segundo grado y agresión en tercer grado. Por otro lado, su futuro en la NBA es una incógnita a causa de su conducta extradeportiva. Firmó hace poco un contrato de más de 8 millones de dólares, pero solo parcialmente garantizado, dados sus antecedentes. Por lo pronto, no parece haberlos dejado atrás, y nadie puede confirmar que será de su carrera.