Luego de seis temporadas vistiendo la camiseta de Los Ángeles Lakers, este año fue la primera vez que surgió la posibilidad concreta de que LeBron James abandonara la franquicia. Con 39 años y en su 21º temporada en la NBA, el 23 de los Lakers aún no sabe qué pasará con su futuro, condicionado por lo que hará su hijo Bronny, pero podría conseguir un acuerdo con su actual equipo que atraerá a toda la NBA.

LeBron tiene por delante un año más de contrato con los Lakers. Pero podría no jugar la temporada 2024-25, privarse de esos 51 millones que le pagarían y acordar una cláusula de no-traspaso. Esto quiere decir que James podría ser “dueño” de su pase y que no podría ser transferido por los angelinos a franquicias que él no desee. Esto parece una señal de LeBron de querer esperar a ver qué pasa con el futuro de su hijo Bronny, que confirmó que estará en el próximo Draft de la NBA.

Hace unos meses existió un rumor que transfería a LeBron a los Golden State Warriors. Pese a que él lo desestimó, esta cláusula de no-traspaso que el jugador podría acordar (aparentemente, en el contrato firmado hace unos años se contempla esta posibilidad) impactaría rotundamente en la NBA. Y todos los equipos estarían en condiciones de negociar con un LeBron que, obviamente, tendría la última palabra. Seleccionar a Bronny James en el Draft, sin duda, sería un diferencial.

La temporada 21º de LeBron

Mientras cualquier otro jugador estaría pensando seriamente en retirarse, LeBron James transita su 21º temporada en la NBA con 39 años y números de una joven estrella: promedia 25 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias. Este martes su equipo perdió frente a los Warriors, rival directo en el duelo por los puestos de pla-in. Sintió la ausencia de su socio Anthony Davis y, pese a que anotó 33 puntos, LeBron no pudo detener a Klay Thompson y Stephen Curry y el duelo terminó 134-120 a favor de los de San Francisco.