Caitlin Clark tiene todo para que con su apellido se inaugure una nueva era de la WNBA. La joven de Iowa, que rompió varios récords a nivel universitario, es la gran expectativa de la liga y el rostro que las marcas buscan como hicieron con Michael Jordan, en 1984. Pero todo lo que Clark promete no pudo plasmarlo aún, y tuvo en la WNBA el peor comienzo posible.

Indiana Fever perdió los primeros 3 partidos de la temporada, pese a haber incorporado a la joven estrella de la Universidad de Iowa. Su figura tuvo niveles irregulares, anotando 20, 9 y 22 puntos en sus tres presentaciones, pero alcanzó en la última de ellas números muy buenos. Además de los 22 puntos, sumó 8 asistencias y 6 rebotes. Clark se convirtió en la cuarta jugadora en la historia de la WNBA en alcanzar 50 puntos y 15 asistencias (lleva 17), luego de Sue Bird, Nikki McCray y la recién retirada Candace Parker.

El parecido entre Clark y Wemby

Lógicamente, que Indiana Fever la haya elegido del Draft de la WNBA en el primer pick quiere decir que la franquicia no tuvo un gran rendimiento el año pasado. Fue 10º de 12 equipos, por lo que es entendible el adverso rendimiento hasta ahora. Su caso es similar al del francés de 2,24 metros Victor Wembanyama, que brilla en la NBA y fue elegido como Novato del Año, premio que, proyecta la mayoría, también recibirá Clark.

Wemby llegó al que había sido el peor equipo de la NBA, los San Antonio Spurs, y llamó la atención por su talento, versatilidad, sus tapones y su ofensiva. Pero no pudo sacar a los Spurs de los últimos puestos de la Conferencia Oeste. En esta temporada de la WNBA que recién comienza, Caitlin Clark parece vivir algo similar. Todos hablan de ella, se convirtió en el rostro de la liga, la describen como el futuro del deporte, pero su espectacular básquet no puede salvar a un equipo que, con 0 victorias en 3 partidos, está en el último puesto de la Conferencia Este.