El Roast de Tom Brady, el evento de la NFL más visto del fin de semana, dejó varias perlas y numerosas víctimas. Con chistes de toda índole, algunos fuera de lugar y otros rozando la línea, como suele suceder en eventos de este tipo, fueron muy pocos los que resultaron ilesos. En ese grupo no estuvieron Taylor Swift, Travis Kelce, Robert Kraft, el propio Brady, ni Kim Kardashian. Esta última tal vez haya sido la que peor la pasó.
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Cuando le tocó a la modelo y empresaria subirse al escenario para comenzar un pequeño discurso cómico, el público aplaudió. Pero inmediatamente los aplausos se transformaron en abucheos, casi imperceptiblemente, y ella no pudo decir lo que planeaba. “Sé que mucha gente se ríe de tu altura…”, esbozó. Pero el murmullo la sorprendió y la detuvo. Su cara denotaba cierta incomodidad: al resto de los participantes los habían recibido de la mejor forma y se habían reído de sus chistes.
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Por otro lado, no solo ella no pudo tener su momento, sino que cuando le tocó al protagonista de la noche, Tom Brady, pronunciar sus bromas, fue tal vez la que más lo sufrió. Primero, el ex NFL le agradeció a Kardashian por venir. Luego, dijo un comentario que a juzgar por la cara de la modelo no le hizo gracia.
“Kim Kardashian estuvo aterrada de asistir al evento, no por el hecho de estar aquí, sino porque sus hijos se quedaron en casa con su papá”, fue la broma de Brady.
Enseguida, el público comenzó a reír, pero Kim Kardashian mostró una cara de disgusto y desaprobación; y Brady se tomó la cara, tal vez algo incómodo también. Ella tiene tres hijos con su ex pareja, el rapero Kanye West, con quien tuvo un mediático y muy conflictivo divorcio en 2022. Pero el humor en el Roast de Tom Brady fue así; y no perdonó a nadie.
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