Enfermedades, sobredosis y muerte: la infancia de Dereck Lively II
El pívot es una pieza clave de los Dallas Mavericks, que desde este jueves disputarán las Finales de la NBA; una infancia con desafíos y tragedias.
Este jueves por la noche se disputará en Massachussets el Juego 1 de las Finales de la NBA de la temporada 2023-24. Los Boston Celtics de Jaylen Brown y Jayson Tatum se verán las caras con los Dallas Mavericks, que gracias a su figura Luka Doncic han llegado más lejos de lo que muchos hubieran esperado. Un enorme responsable de la gran temporada de los Mavs, además de Doncic, es el joven pívot Dereck Lively II: un chico que perdió a su padre por sobredosis y a su mamá por una enfermedad.
Nació en Pennsylvania y aprendió a jugar al básquet desde chico, porque su madre, ex jugadora en Penn State, le enseñó todo lo necesario desde temprano. Cuando tenía 8 años, Dereck Lively II vio como su padre abandonaba su casa inmóvil y en una bolsa. Había muerto por una sobredosis de heroína. Lively era un niño y no podía entender exactamente de qué se trataba, pero con el tiempo lo hizo. Y se tatuó el nombre de su padre, su fecha de nacimiento y la de defunción. Además, en su antebrazo, tiene escrita la frase: “El tiempo cura todas las heridas”.
Al poco tiempo, cuando su madre debió hacerse cargo de la familia, el chico sufrió un nuevo revés. Su mamá recibió la noticia de que sufría linfoma de Hodgkin. Luchó durante algunos años, hasta que falleció en abril de 2024. Lively II ha tenido que forjar un carácter fuerte y resiliente para apostar por la NBA, su sueño. Hace 12 meses fue seleccionado en el 12º puesto del Draft por los Mavericks y comenzó su camino, hasta volverse esencial en la plantilla. Se volvió un gran socio de Luka Doncic, con quien combinó 47 alley-oops en la temporada (récord) y aportó un promedio de 8,6 puntos, 7,2 rebotes y 1,2 tapas en estos playoffs.
Jason Kidd, entrenador de los Mavs, lo ha reconocido públicamente como una necesaria y exitosa incorporación: “Cuando conseguimos a Lively sentimos en el equipo que iba a llenar uno de los huecos que Luka (Doncic) necesitaba: un chico grande que juegue sobre el aro”. El esloveno también reconoció el aporte de su compañero y dijo que es tan bueno que a veces “la gente se olvida que es un rookie”. No es que nadie se olvide, es que Dereck Lively II no juega como tal. En las Finales de la NBA, desde este jueves, querrá volver a demostrarlo.
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