Tenía motivos para estar frustrado. El equipo que dirige y que no levanta vuelo en la NBA, Golden State Warriors, visitó a los Denver Nuggets y regresó a San Francisco con una derrota por 120-114. Pero, según manifestó Steve Kerr en conferencia de prensa, el motivo de su decepción no fue solamente el resultado sino algunas decisiones arbitrales.

Tras el encuentro, Kerr hizo hincapié en la cantidad de tiros libres que se cobraron: 18 solo contra Nikola Jokic, que encestó todos. El coach aclaró que no tiene un problema con los árbitros, sino con la forma en que les dicen cómo “legislar” la defensa:

“La manera en que enseñamos a los árbitros, solo estamos permitiendo que los jugadores se inventen su camino a la línea de personal. Si fuera un fan, no querría haber visto la segunda parte del partido. Fue asqueroso”.

Además, opinó, la NBA está llena de jugadores inteligentes que solo buscan hacer “morder el anzuelo” a los árbitros. Y estos cobran las infracciones porque así fueron formados; pero eso, según Kerr, convirtió al básquet en un "asqueroso desfile de tiros libres”. Uno de esos jugadores inteligentes, evidentemente, es el serbio de los Nuggets, que bien logró su cometido.

Lo cierto es que Nikola Jokic, que anotó 26 puntos, hizo 18 de ellos vía tiros libres. Y el final del partido fue realmente entrecortado. Los Warriors perdieron tras 5 triunfos al hilo y están 11º en su Conferencia, muy por debajo de sus expectativas. Kerr se fue disconforme de Denver por dos motivos, al menos: por la derrota y por cómo se desarrolló el partido, al que catalogó así:

“Si fuera un fan, no querría haber visto la segunda parte del partido. Fue asqueroso”.