Es un jugador que ha competido durante más de 10 años en la mejor liga de básquet del mundo. Un base de jerarquía y experiencia. Y que aparentemente tiene todavía mucho por darle a la NBA, porque el pequeño Isaiah Thomas (1,75 metros) regresa a la liga tras su paso por la G-League, la competencia de segundo nivel que existe en los Estados Unidos.

Debutó en la NBA en Sacramento Kings y alcanzó su mejor nivel en la temporada 2016-17, cuando era jugador de Boston Celtics. Aquel año promedió 28 puntos y 6 asistencias en una temporada regular en la que su equipo finalizó 1º. Pero es cierto que luego de su paso por Massachusetts a Thomas le costó asentarse, y en los últimos años vagó por franquicias como Los Ángeles Lakers, Denver Nuggets, Washington Wizards, Dallas Mavericks, entre otras, sin asentarse en ninguna de ellas. Así, en 2022 se quedó sin equipo y migró a la G-League.

Pero su nivel allí fue determinante; tanto, que la NBA volvió a mirarlo con expectativa. Firmó para Salt Lake City Stars y consiguió con el equipo de Utah cuatro partidos consecutivos de más de 30 puntos y 5 asistencias, con un porcentaje de aciertos en triples del 44,6%. Su performance hizo que desde los Phoenix Suns decidieran incorporarlo en un breve contrato por 10 días:

“Isaiah es alguien que pensamos es un tremendo jugador, lo ha sido durante toda su trayectoria. Sabemos que todavía puede jugar por lo que ha estado haciendo en la G-League”, declaró Frank Vogel, el entrenador.

Thomas fue dos veces All-Star de la NBA y pretende ayudar a un equipo de Phoenix que lleva 39 victorias y 29 derrotas y busca asegurar su clasificación sin necesidad del play-in. Kevin Durant, próximo compañero de Isaiah, se mostró entusiasmado con el regreso de un histórico: “Estoy encantado por él. Lleva tiempo intentando volver a la liga, y es bueno tenerle de vuelta. Cuando coja el ritmo y entienda lo que hacemos, cuando tenga minutos, sé que va a producir”.