Jannik Sinner y un 2024 espectacular: ¿está a la altura de los años del Big 3?
El italiano ganó seis títulos, superó los 10.000 puntos en el ranking y alzó dos trofeos Grand Slam. Estadísticas y marcas que colocan su temporada en un privilegiado lugar de la historia.
El año no terminó, pero ya pasaron los cuatro Grand Slam de la temporada y puede esbozarse un análisis de la impresionante temporada del número 1 del mundo Jannik Sinner. Aún celebra el último de sus seis títulos, el US Open, en cuya final venció al local Taylor Fritz por 6-3, 6-4 y 7-5, y el que privó a Estados Unidos de celebrar un éxito de un tenista local después de 21 años. Significa para el italiano su segundo torneo grande de la temporada, su sexta victoria sobre seis finales y el broche de oro para un año mejor incluso de lo que se dimensiona. Sinner perdió hasta ahora solo 5 partidos, igualó una marca de Guillermo Vilas en 1977 y cosechó estadísticas que permiten comparar su nivel con el de los mejores de la historia.
El 2024 del de San Cándido empezó con todo: campeón del Australian Open (primer título grande de su carrera) y del ATP 500 de Rotterdam en sus primeros dos certámenes. Hasta su derrota en el Masters 1000 de Indian Wells frente a Carlos Alcaraz, Sinner había logrado una marca parcial de 16-0 en el año. Desde 1990 hasta acá, solo cinco tenistas habían conseguido un comienzo de año tan fulminante: Rafael Nadal, Roger Federer, André Agassi, Novak Djokovic y Pete Sampras. Del traspié con Alcaraz salió airoso: fue campeón del siguiente Masters 1000, en Miami. Y, aunque en polvo de ladrillo no alzó trofeos, se dio el gusto, durante Roland Garros, de alcanzar la cima del ránking mundial por primera vez en su carrera. A los 22 años, Sinner se transformó en el 14º número 1 del milenio.
Volvió a celebrar en la temporada de césped: campeón del ATP 500 de Halle. Cuarta final, cuarto título. En Wimbledon perdió ante el ruso Daniil Medvédev y esa fue la cuarta derrota en seis meses (Alcaraz en Indian Wells y Roland Garros y Stefanos Tsistipas en Montecarlo). Se bajó de los Juegos Olímpicos de París y, sin estar al 100% físicamente (lo aseguró él), regresó para la gira norteamericana. Perdió ante Andrey Rublev en el Masters 1000 de Canadá y después de ello no volvió a sucumbir: ganó el Masters 1000 de Cincinnati y el US Open. Con la victoria en Flushing Meadows, Sinner se convirtió en el 8º jugador de la historia en superar los 10.000 puntos ATP. Desde este lunes, el Nº1 tiene 11.180 y supera por más de 4.000 a su flamante perseguidor Alexander Zverev.
¿A la altura de los grandes?
Resta la gira indoor y el ATP Finals de Turín para el que ya está clasificado, pero habiendo concluido los cuatro grandes se puede asegurar que el año de Jannik Sinner ya es de los mejores alguna vez vistos en el tenis. Llega a septiembre con un 100% de efectividad en sus seis finales y con solo cinco derrotas; todas ante jugadores dentro del Top 15. Es decir, su regularidad lo privó de batacazos que sí sufrieron sus competidores, como Carlos Alcaraz y Novak Djokovic. Y lo hizo convertirse en el quinto tenista de 23 años o menos en llegar a los cuartos de final de todos los Grand Slam de la temporada. ¿Los otros? Djokovic, Rafael Nadal, Ivan Lendl y Pete Sampas. También es, desde ahora, el cuarto jugador activo en haber llegado a semifinales al menos una vez en cada Grand Slam, junto a Nadal, Djokovic y el croata Marin Cilic.
El Australian Open y el US Open de Sinner le permiten una comparación con Guillermo Vilas. Sinner es el primero, desde ese 1977 en que lo logró el argentino, en ganar sus dos primeros títulos grandes en el mismo año calendario. No lo hicieron ni Roger Federer, ni Nadal, ni Djokovic. Solo Vilas y Jimmy Connors (en 1974). Y con sus siete victorias en Nueva York llegó a 23 en el año en Grand Slam, una marca que en este siglo solo consiguieron los cuatro mejores representantes del tenis: Nadal, Djokovic, Federer y Andy Murray. El italiano, que es el primer hombre de su país en alzar el trofeo del US Open (Flavia Pennetta lo hizo en 2015), dejó atrás las críticas y las especulaciones sobre sus controles antidoping que arrojaron resultados positivos, mas no derivaron en sanciones, y consolidó un año tan espectacular como el de los mejores.
De hecho, su marca de 55-5 en 2024 supera la de 54-5 de Federer en 2017, una temporada que fue de renacimiento para el suizo y es recordada como una de las mejores de la década. Jannik Sinner no tendrá el apellido del Big 3 (ni la carrera, ni los títulos, ni muchas otras cosas), pero su temporada no está lejos de aquellas que fueron consagratorias para Federer, Nadal y Djokovic. Es el número 1 inamovible desde mayo, supera los 11.000 puntos en el ranking, alzó dos Grand Slam, otros dos Masters 1000, perdió cinco partidos en nueve meses y se repuso a una polémica y difícil situación que lo tuvo en el centro de la escena durante las últimas semanas. Y es, junto a Carlos Alcaraz, la cabeza del recambio generacional que ya llegó. El murciano ganó Roland Garros y Wimbledon y el tenis no veía a dos jugadores repartirse equitativamente los cuatro Grand Slam de una temporada desde que lo hicieron Rafael Nadal y Novak Djokovic en 2019. Apellidos de peso; y una estadística que más que contundente es profundamente simbólica.
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