Se juntaron dos mundos. Mientras en Estados Unidos se lleva adelante la Convención Nacional Demócrata en la que Kamala Harris, flamante candidata a la presidencia, busca consolidarse como referente del partido y reunir apoyo de cara a las elecciones de noviembre, en el ámbito deportivo Steve Kerr se erige como un ídolo. El entrenador, que además ha sido cuatro veces campeón de la NBA con Golden State Warriors, viene de guiar a Team USA al oro olímpico en París 2024 y su país lo admira.

Por eso recibió una ovación al subir al estrado en la Convención Nacional Demócrata y fue elogiado por referentes como Barak Obama, que escribió en X: “¡Vamos, coach Kerr! Gracias por traer a casa el oro para el Team USA, y por tu liderazgo en un momento tan crucial para nuestro país”. Kerr, que es un conocido demócrata como su “pupilo” Stephen Curry y no ha temido nunca pronunciarse en contra de Donald Trump, habló en el United Center de Chicago para promover la unidad entre los estadounidenses y se atrevió a comparar la política con el deporte.

“No puedo pensar en una mejor metáfora de lo que es este país que la forma en que el equipo de Estados Unidos se unió en los Juegos Olímpicos... Piensen en lo que nuestro equipo logró en París con 12 estadounidenses que dejaron de lado las rivalidades para representar a nuestro país”, empezó su alegoría. Y completó:

“Ahora imaginen lo que podríamos hacer con los 330 millones de nosotros jugando en el mismo equipo, no como demócratas, no como republicanos, no como libertarios, sino como estadounidenses que saben que la grandeza de esta nación no proviene de ninguno de nosotros, sino de cada uno de nosotros haciendo su parte para construir una unión más perfecta”.

Su discurso de seis minutos le valió aplausos, pero sobre todo se viralizó su última oración. Fue un dardo irónico pero cargado de simbolismo contra el candidato republicano Trump. “En palabras del gran Seph Curry, podemos decirle a Donald Trump…. `night, night´”, lanzó Kerr, haciendo el gesto típico del base, con sus manos al costado de su cabeza, enviándolo a dormir...

Mira el gesto de Kerr