Tenía 18 años y medía 2,13 metros. Darko Milicic era un pívot serbio que prometía muchísimo a temprana edad y al que la NBA miraba con total atención. En el Draft de 2003, fue elegido solamente después de LeBron James; luego de que los Detroit Pistons lo adoptaran, fueron seleccionadas estrellas como Carmelo Anthony, Dwayne Wade y Chris Bosch. Pero la expectativa que rodeaba a Milicic en ese entonces quedaría en la nada, por arrogancia, inmadurez, excesos e indisciplina.

Milicic se convirtió en el quinto jugador más joven en debutar en la NBA. Además, tuvo la fortuna de que su equipo, los Pistons, alzara el Anillo en su primera temporada como profesional. El serbio disputó pocos encuentros y no tuvo mucha incidencia, pero le alcanzó para ser el campeón más joven de la historia. De todas formas, ya comenzaban a observarse algunos rastros de un Milicic poco preparado para la mejor liga del mundo, y él mismo empezaba a sufrir:

“Pensaba que tenía el mundo entero a mis pies, pero al final no estaba preparado”, revelaría más tarde.

Milicic reconoció que nunca se esforzó y que confió por demás en su talento; lo que fue un error: “El talento es sólo el 20 por ciento. Si no trabajas, seguirás siendo un talento toda tu vida. Me di cuenta demasiado tarde”, dijo. Tampoco supo, a lo largo de su carrera, construir buenas relaciones con sus colegas. Mientras jugaban juntos en Minnesota Timberwolves, discutió fuertemente con Kevin Love, porque el estadounidense celebraba sus estadísticas personales a pesar de que su equipo perdiera. Love lo atacó por su olor a alcohol, según el serbio, pero no lo incomodó en lo más mínimo:

“Me agarró y me dijo: '¡Tú, gilipollas! ¡Hueles como el culo!'. No me importó. Olía alcohol, pero no me importaba. Salía de la discoteca a las 7 de la mañana y entrenaba a las 9”, confesó.

Otro momento recordado de su problemática carrera ocurrió en 2007. Tras un partido con su selección, furioso con los árbitros, amenazó a los colegiados y a sus familias; fue multado solamente con $10.000 euros. Tal falta de disciplina y humildad es la que lo hizo pasar por 6 equipos distintos y retirarse de la NBA con solo 29 años, en 2014; y con un bajísimo promedió de 6 puntos y 4,2 rebotes por partido. Hoy, Milicic trabaja en agricultura; y nadie puede imaginarse lo que habría llegado a ser si se hubiera adaptado mentalmente a la exigencia de la NBA.