La historia de Memphis: el abandono de su padre, el rol como rapero y la ayuda a niños sordos
El delantero de Países Bajos jugará el en fútbol de Brasil. Una infancia marcada por el abandono de su padre que acabó con él enmancipándose del apellido Depay y su rol como rapero.
Hace tiempo que el fútbol brasileño demuestra ser capaz de atraer figuras de distintas partes del mundo como casi ningún otro país de América. Esta vez fue el turno de Memphis, o Depay, como aún se lo reconoce, el delantero de Países Bajos que llegó como agente libre al Corinthians. Un golpe sobre la mesa, para un neerlandés que no tiene ningún vínculo con el país de la Verdeamarela. Ex Barcelona y Manchester United, colaborará en la búsqueda del equipo de conquistar la Copa Sudamericana. La historia de un futbolista con una infancia traumática, que asegura que nunca se reconciliará con su papá y ayuda niños sordos a lo largo del mundo.
Nació en Moodrecht, Países Bajos, y comenzó a jugar al fútbol desde que tuvo uso de razón. A los 9 años dejó el equipo de su localidad y se mudó a las las inferiores del Sparta Rotterdam, tres años antes de que empezara su camino en el PSV Eindhoven, donde luego debutaría en la Liga Eredivisie. Pero no todo fue fútbol para el niño Memphis. Puertas adentro de su casa vivía un calvario. Su padre lo abandonó a él y su familia cuando tenía 4 años, algo que lo marcaría para siempre, y su madre debió hacerse cargo sola de sus tres hijos.
Aunque intentó rehacer su vida con una nueva pareja, el hombre también los dejó luego de ganar la lotería. El abuelo materno de Memphis fue clave durante su infancia e incluso profetizó, según el delantero, algo que se haría realidad: que algún día sería jugador del FC Barcelona. Memphis debutó en PSV a los 17 años y rápidamente se convirtió en uno de los talentos más prometedores de los Países Bajos. Anotó 22 goles en 30 partidos en la temporada 2014-15, fue goleador de la liga de su país y el Manchester United decidió invertir 35 millones de dólares en su fichaje. Pero el delantero, más allá de su nivel futbolístico, estaba en el centro de la escena por no llevar su apellido en la camiseta; en cambio, arriba de su dorsal, decía “Memphis”.
Muchos lo tildaron de soberbio y de querer llamar la atención, tal vez sesgados por la personalidad del delantero que era algo rebelde y que llegó a incursionar como rapero (tiene millones de reproducciones en plataformas digitales). Pero el segundo máximo goleador en la historia de su selección (ha marcado 46 tantos; Robin van Persie, 50) explicó el verdadero motivo de su decisión: que no quería que su historia estuviera ligada a su padre.
“Dicen `¿qué está pensando ese chico? ¿qué es? ¿una estrella?´. Pero esa gente no sabe lo que está pasando”, aseguró.
Entonces reveló que luego de aquel traumático abandono nunca más volvió a saber nada de su papá ni de la familia de él y que el daño era “irreparable”. “No hablo con él. No tengo contacto con la familia por parte de mi padre. Y nunca más lo tendré”, dijo. Y en una entrevista dejó a entrever que había sufrido violencia intrafamiliar, aunque no quiso ahondar al respecto: “Podría hablar de cosas como abuso físico, pero no tengo ganas”. Siempre ha dicho que no pretende sentir lástima por nadie y que no quiere que su dura historia familiar trascienda demasiado. A cada club que llega, exige que en su camiseta se lea “Memphis” y no “Depay”, un gesto que evidencia el dolor de un futbolista que a los 30 años no ha sanado algunas de sus heridas.
Al margen de un camino de angustia y obstáculos, Memphis logró hacer en el fútbol una carrera brillante. Jugó en PSV, Manchester United, Olympique de Lyon, Barcelona, Atlético de Madrid y vistió la camiseta de los Países Bajos en 98 oportunidades. Su hermano estuvo en prisión y él acude a la música como hobbie. Su canción más popular, No Love, ronda las 10 millones de escuchas. Tiene un tatuaje de un león en la espalda porque “se crió en la jungla” y ese animal es el rey de la misma, creó en 2020 una marca de ropa llamada MDC (Memphis Depay Clothes) y promueve Memphis Foundation, una organización sin fines de lucro que ayuda a niños ciegos y sordos de todo el mundo por medio de la música y el deporte. Ahora, el delantero histórico de la Naranja Mecánica mudará su historia al fútbol del pentacampeón mundial.
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