Michael Jordan se esgrimió en la década del 90 como el mejor jugador de la NBA, ganando seis veces el campeonato. Pero, antes, debió soportar numerosas frustraciones con los Chicago Bulls. Y varías de ellas fueron propinadas por los Detroit Pistons, otro equipo que animó la liga a finales de los 80: los conocidos “Bad Boys”. Y aquellos duelos fueron caracterizados por la enemistad entre MJ y la figura del equipo rival, Isiah Thomas. El base de los Pistons y el 23 de los Bulls han mantenido una enemistad que perdura al día de hoy, más de 30 años después. Pero pocos recuerdan cómo surgió.
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En 1985, Michael Jordan jugó su primer All-Star Game. Y muchos creen que ese día comenzaría a fraguarse la mala relación entre él y Thomas. Isiah, que ya acarreaba un par de temporadas en la NBA, fue parte del equipo de la Conferencia Este en el que también jugó un joven Jordan. Y se cree que fue el ideólogo de un complot en contra de él, para que sus propios compañeros no se la pasasen. Dicho y hecho, Jordan solo anotó 7 puntos y fue el jugador que menos lanzamientos intentó de todos los titulares. Isiah Thomas acabó el juego con 22 puntos.
Thomas nació en la ciudad de Chicago y siempre había sido allí muy bien recibido. Hasta que apareció Jordan y el público comenzó a abuchearlo, conscientes de la mala relación. “Me lo tomé personal”, dijo alguna vez el de los Pistons. Y el enojo se iría acrecentando. Los Bulls de Jordan crecían y los Pistons se terminaban de consolidar. Tanto así, que se enfrentaron en las Finales de Conferencia de 1989. En el tercer partido de aquella serie Jordan anotó 46 puntos. Cuenta la leyenda que luego de ello Thomas reunió a sus compañeros y propuso las “Jordan rules”. ¿Qué significaban? Estrategia como las siguientes: cada vez que el 23 recibiera, dos defensores debían atosigarlo enseguida y cometerle falta de ser necesario (en aquel tiempo la liga era más permisiva y Jordan fue realmente golpeado); había que forzarlo a jugar por el lado izquierdo, donde era menos efectivo; forzarlo a que se desgaste físicamente en defensa, para estar más agotado luego.
Los Pistons dieron vuelta esa serie 4-2 y se consagraron campeones. También lo hicieron al año siguiente, en 1990, venciendo nuevamente a los Bulls en la misma instancia. Distinto sería en 1991: las "Jordan Rules" no darían rédito y los de Chicago los barrerían 4-0. En 1992, el episodio que tal vez acabó por dinamitar la relación Jordan-Thomas. El Dream Team de los Estados Unidos que jugó los Juegos Olímpicos de Barcelona contó con todas sus estrellas menos una… Isiah Thomas. “Parece que solo una persona tuvo un problema. Y ese era Michael Jordan”, dijo el de los Pistons sobre su ausencia. Lo cierto es que USA fue campeón e Isiah Thomas recordará toda su vida la oportunidad que tuvo de ser campeón olímpico y no pudo concretar. Pero MJ siempre negó haber sido el responsable de ello; aunque, fue sincero al opinar sobre su colega:
“No hay manera de que puedas convencerme de que Isiah Thomas no era un idiota”.