Se llamaba Brian Williams y ya se sabía que era una persona especial; distinta, al menos, a sus colegas basquetbolistas. Le gustaba la música: tocaba el saxo, el violín y la trompeta. Amaba leer y su autor predilecto era Nietzsche. “Debemos considerar perdido cada día en el que no hayamos bailado al menos una vez”, declaró en un tiempo lejano. Pero no por ello era menos bestial dentro de la pista de baloncesto. Antes de ser Bison Dele, fue un jugador feroz de 2,06 metros que supo ser campeón de la NBA. Mas no fue ese el final de su tan misteriosa como trágica historia.

Jugó en Orlando Magic, Denver Nuggets y Los Ángeles Clippers. El nivel en este último le alcanzó para ser fichado por el mejor equipo de entonces (si no de la historia), los Chicago Bulls de Michael Jordan. Fue campeón en la temporada 1996-97, aunque aportó poco. El Anillo tuvo un impacto en su vida personal; pero distinto al que uno imaginaría, seguro. Pasó a llamarse Bison Dele, en homenaje a su ascendencia aborigen. Brian Williams fue campeón de la liga y esa fue su última función.

Salió con Madonna; tenía plata y mujeres. Pero aquello no lo satisfacía. Su dimensión espiritual y trascendente le exigía algo más; o distinto, por lo menos. En 1999, ya no aguantó y rescindió su contrato con Detroit Pistons por más de 30 millones de dólares. Quería ser feliz y viajar con su enamorada, Serena Karlan. Y seguramente alejarse de su hermano Kevin, quien le resultaba un estorbo y solo se acercaba para pedirle dinero. Kevin vivía a la sombra de su hermano; tanto, que también eligió una nueva identidad: Miles Dabord.

Bison Dele y Serena Karlan emprendieron su aventura; la que el ex NBA anhelaba desde Brian Williams. Viajaron a Nueva Zelanda, a Tahití, entre otros destinos. Un día, en la Polinesia Francesa, a punto de emprender un viaje marítimo, recibieron una tan inesperada como fatigante visita: era Kevin Williams; o Miles Darbord; en fin, era el inoportuno hermano de Bison. Quería unirse a su travesía. Paternal, Dele no pudo rechazarlo; y la aventura comenzó a ser de tres. O cuatro, con el capitán del yate. Aunque no la acabarían la misma cantidad.

Zarparon con destino a Hawaii el 6 de julio de 2002. Luego de 3 días, las comunicaciones satelitales se convirtieron en una mera anécdota. Así como la vida de Bison Dele, de su novia, y del pobre capitán de aquella embarcación llamada “Hakuna Matata”. Una semana más tarde, algunos testigos aseguraron ver aparcar un barco en la bahía de Phaeton. Tenía su nombre borroso y estaba dañado; y vacío. Era el comienzo de un misterio irresoluto.

El 5 de septiembre de 2002 detuvieron en Arizona a una persona que intentó comprar monedas de oro con la documentación de Bison Dele. Pero la liberaron, porque la policía creía posible que tuviera autorización para hacerlo. Y claro, si era su hermano. Unas semanas más tarde, Miles Darbord ingresó a un hospital en California por sobredosis de insulina; fue declarado fallecido al día siguiente.

Y con él se fueron las respuestas. Tal vez la Policía de Phoenix se lamente haber liberado al único que podría haber ayudado a atar cabos. Lo cierto es que, aunque 21 años más tarde no pudo comprobarse, la teoría del FBI tiene motivos para ser verosímil y es la siguiente: Miles Dabord se unió a la travesía de su hermano para pedirle dinero. O exigírselo. Seguramente no haya sido una conversación placentera, porque Dabord debió asesinar y arrojar al mar a su hermano, a la novia de él y al capitán del barco para no dejar rastros y fugarse con sus bienes. Aunque no pudo disfrutarlos mucho, ya que falleció a las pocas semanas. Esta es la historia de Bison Dele, el campeón de NBA fanático de Nietzsche y Miles Davis cuya muerte sigue siendo un misterio.