Zion Williamson fue la primera selección del Draft de la NBA 2019. Su futuro era más que prometedor, aunque lo sigue siendo (tiene 23 años); pero no ha sido capaz de consolidarse en la NBA a causa de sus problemas físicos. La estrella de los New Orleans Pelicans no juega desde el 3 de enero, cuando sufrió una distensión en su isquiotibial derecho, y siempre ha sido cuestionado por el descuido de su cuerpo. Pero esta vez parece ser diferente, o al menos eso creen en su franquicia.

David Griffin es el manager general de los Pelicans y confesó que ve en Williamson un trabajo físico sin precedentes. El jugador de 129 kilos cambió su equipo personal de entrenadores y busca potenciar el aspecto físico. Recientemente, se mostró en redes sociales ansioso por su regreso: “Ya casi en ese momento” escribió sobre el encuentro del 25 de octubre próximo que lo enfrentará a los Memphis Grizzlies. Griffin destacó la inédita dedicación con la que el ala-pívot está trabajando.

“Puedo decir que Zion Williamson ha estado más en el gimnasio este verano que en toda su carrera”, dijo.

Una corta carrera plagada de lesiones

Williamson está por comenzar su quinta temporada en la NBA, todas con los Pelicans, y ha sufrido lesiones en todos sus años como profesional. En 2019, su temporada de rookie se vio afectada por un desgarro en el menisco. Al año siguiente, una fractura en el pulgar le prohibió terminar la temporada en la cancha. En 2022, sufrió otra fractura en el pie derecho y no compitió en todo el año. Y el año pasado, se perdió más de 50 partidos a causa de una distensión. Resulta alarmante, sobre todo para un joven de 23 años.

Los fanáticos de los Pelicans aún confían en su diamante en bruto, que ha demostrado, siempre que estuvo sano, un desequilibrio difícil de igualar. A pesar de sus problemas físicos, fue dos veces All-Star y tiene un promedio de más de 25 puntos por partido. Supo, incluso, guiar a los Pelicans al primer puesto de la Conferencia Oeste en la última temporada; pero luego llegó la lesión. Williamson no tiene otro techo que su cuerpo, y en New Orleans confían en que su trabajo podrá finalmente dar frutos. Son un gran proyecto en la NBA, y dependerán de la salud de su figura para competir por un Anillo; quien, por ahora, da buenas sensaciones.