Chance Comanche juega en los Stockton Kings, el equipo de la G-League de la franquicia de Sacramento Kings de la NBA. O mejor dicho, jugaba. Porque su contrato fue roto el pasado 15 de diciembre, luego de un escándalo judicial: Comanche y su novia fueron acusados de haber secuestrado y asesinado a una mujer en el estado de Nevada.

El 7 de diciembre pasado fue denunciada la desaparición de Marayna Rodgers, una mujer de 24 años que fue vista por última vez en una localidad cercana a Las Vegas. La noche anterior, Comanche había estado jugando en Henderson, Nevada, a 15 millas de Las Vegas. El 13 de diciembre, 6 días después de la desaparición, el jugador y su novia de 19 años, Sakari Harnden, fueron detenidos por secuestro y supuesto asesinato.

Entre que se denunció la desaparición de Rodgers y detuvieron a Comanche, el pívot de 2,06 metros jugó dos partidos con su equipo: ante Rip City Remix y ante Salt Lake City Stars. La versión del Departamento de la Policía de Las Vegas al respecto es que Comanche y su novia “idearon un plan” para secuestrar y asesinar a su víctima. El jugador no tiene derecho a libertad bajo fianza y se espera que el próximo 19 de diciembre declare ante un tribunal en el condado de Sacramento, California.

Chance Comanche no ha logrado consolidarse nunca en la NBA, luego de su mayor intento de colarse en el Draft en 2017. Con 27 años, ha estado en la G-League (en los equipos de Cleveland y Memphis), en la liga turca, y de vuelta en la G-League; ahora representando al equipo de Sacramento, Stockton Kings. Lleva esta temporada un promedio de 14 puntos por partido. El 9 de abril de este año jugó para Portland Trail Blazer frente a Golden State Warriors y anotó 7 puntos en su único partido por NBA.