La vida de Andy Murray, el chico que sobrevivió a un tiroteo y fue Nº1
El británico se retiró en París 2024. Fue Nº1, ganó la Copa Davis y dos medallas doradas, pero lo condicionaron las lesiones. De chico había visto de cerca la muerte.
“El mejor de los mortales”. Así lo han descrito muchas veces a quien supo darse el lujo de que se hablara en el tenis de un Big 4 y no solo de un Big 3 (conformado por Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic). Y con razón, porque Andy Murray fue durante muchos años el mejor en su deporte detrás de los tres más grandes de la historia del tenis. Ahora, a los 37 años y mientras lidia con interminables lesiones, se retiró como profesional luego de jugar en dobles con Daniel Evans en los Juegos Olímpicos de París 2024. El chico que fue parte de un tiroteo que dejó 17 muertos y que se convirtió en leyenda, una incluso más grande de lo que siempre marcarán los números.
Su lugar en la historia
En 2008, Andy Murray irrumpió en el circuito grande y lo hizo para quedarse. Ganó los primeros dos de sus 14 títulos de Masters 1000, en Madrid y Cincinnati, llegó a la final del US Open, y se metió en el Top 5 del ranking ATP. Todo, con solo 21 años. Durante los años posteriores alcanzó instancias decisivas en casi todos los torneos, pero muchas veces sucumbió frente a los mejores de la historia, con quienes tuvo la mala suerte de compartir generación: Djokovic, Federer y Nadal. Aunque en 2012, después de luchas y varios traspiés, venció al suizo en la que tal vez haya sido su victoria más memorable: en la final de los Juegos Olímpicos de Londres, para colgarse la medalla de oro. Su primera.
Hasta septiembre de 2012, Murray había perdido cuatro finales de Grand Slam antes de poder levantar un título grande, pero en el US Open de ese año venció a Djokovic (2º) en cinco sets para cortar la mala racha y, finalmente, escribió su apellido en la historia grande del tenis. Siguió creciendo y al año siguiente volvió a pulverizar registros. Gran Bretaña no tenía un campeón propio en Wimbledon desde 1936, cuando Fred Perry ganó por tercera vez consecutiva en el All England. Pero en ese 2013, Murray rompió una sequía de 77 años. Venció en sets corridos, otra vez, a Djokovic. 2015 fue otro año que ni él ni su país olvidará: el 29 de noviembre Gran Bretaña levantó la Copa Davis por primera vez en 79 años. El máximo responsable se llamó Andy Murray y tuvo actores de reparto como Leon Smith, James Ward, Dominic Inglot y Jamie Murray, su hermano.
La siguiente gesta histórica de Murray fue en 2016. Primero, fue campeón en Wimbledon por segunda oportunidad. Y luego, solo semanas después, volvió a erigirse como un héroe nacional en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Fue campeón y se convirtió en el primer tenista en poseer dos oros en la modalidad de singles. Venció en la final a Juan Martín del Potro, en unos JJ.OO. tan inolvidables para los británicos como para los argentinos. En ese 2016, el británico llegó por primera vez a la cima del ranking. Estaba en la cúspide y finalmente había podido luchar de igual a igual frente a los mejores. Pero pronto todo se derrumbaría. Murray empezó en 2017 con fuertes dolores en la espalda que, según él mismo confesó alguna vez, no le permitían “ponerse las medias”. Por eso decidió operarse y se ausentó durante un año. Cuando regresó a finales de 2018, no era el mismo que alguna vez le había robado los flashes a Federer y Nadal.
Poco antes del Australian Open 2019, explotó en llanto al sincerarse sobre sus padecimientos y anunció que se retiraba del tenis luego de Melbourne. Perdió en la primera ronda ante el español Roberto Bautista Agut en una épica batalla a 5 sets y fue la primera vez que quedaba eliminado en la primera instancia de un Grand Slam desde 2008. Y era la última. Por suerte para el tenis, volvió a operarse y después de un año quiso darle otro intento. Desde 2020, recuperó algo de regularidad (aunque su nivel está lejos del de hace una década), aunque jamás pudo dejar atrás lesiones y fuertes dolores de espalda. Hoy tal vez no juegue como un jugador generacional, pero que sus 37 años y un físico diezmado no nublen el legado de quien es el quinto máximo ganador de Masters 1000 (tiene 14 y es superado por Djokovic, Federer, Nadal y Andre Agassi), fue número 1 del mundo en la mejor época del tenis, ganó la Copa Davis, tiene tres trofeos Grand Slam y dos medallas de oro olímpicas. París 2024 fue la última función de Andy Murray. Unos Juegos Olímpicos… dónde hace doce años ”todo comenzó”.
El saludo de un grande
El tiroteo al que sobrevivió a los 8 años
El 13 de marzo es un día que Andy Murray jamás olvidará. Porque le significó un trauma y lo marcó para toda la vida. El tenista tenía 8 años se dirigía al gimnasio de su escuela junto a su hermano Jamie cuando oyó disparos. Era Thomas Hamilton, miembro y líder de los Boy Scouts de la primaria de Dunblane, Edimburgo. El chico, que había sido apartado por mala conducta, entró armado a la escuela, asesinó a 16 niños y una docente y se quitó la vida. Andy y Jamie Murray pudieron esconderse debajo de una mesa al momento del atentado, pero no de las consecuencias psicológicas del mismo. Fue el aseisnato múltiple de menores más resonante de Gran Bretaña.
La madre de Andy y Jamie Murray, tiempo después, envió a sus hijos a España porque el recuerdo les significaba un gran trauma. Y allí se formaron en la Academia de Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal, en un intento por olvidar lo inolvidable. Andy Murray, en su biografía, rememoró la contestadora vivencia:
“Conocíamos al tipo. Obviamente es raro pensar que hay un asesino en el auto de tu mamá y es una de las razones por las que no quiero volver la vista atrás. Saber que el asesino formaba parte del grupo scout fue algo que mi cerebro no podía asimilar. Yo podría haber sido uno de los niños muertos”.
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