Larry Bird y Magic Johnson: los enemigos que se hicieron inseparables gracias a una madre
La historia de amistad entre dos leyendas de la NBA que empezó con un simple gesto. Del odio deportivo en sus inicios a la confianza de Magic de contarle a Bird sobre el HIV.
La década del 80 en el mundo del básquet estuvo marcada por dos personas: Larry Bird y Magic Johnson. Hoy, ambos son grandes amigos y su vínculo grafica una época de feroz rivalidad entre Boston Celtics y Los Ángeles Lakers. Pero no siempre fue así y hubo una época en la que Johnson y Bird siquiera se hablaban. El gesto de la madre del de los Celtics que cambió para siempre el vínculo de dos leyendas.
En 1979, Magic Johnson y Larry Bird se enfrentaron por primera vez, a nivel universitario, con ambos como figuras y representantes de sus equipos. Desde entonces se los empezó a colocar, desde afuera, como enemigos, aunque no se conocían. La rivalidad se fue agudizando cuando trasladaron a la NBA sus cruces, y cuando cada uno empezó a hacerse de trofeos con sus equipos: Bird y los Celtics fueron campeones de la liga en 1981, 1984 y 1986; Magic y los Lakers, en 1980, 1982, 1985, 1987 y 1988.
Ambos eran las estrellas de sus equipos y jugaron entre sí tres Finales de la NBA. “Somos tan competitivos que había una antipatía natural”, dijo una vez Johnson sobre su vínculo con Larry Bird, que reavivó el duelo Celtics-Lakers, las dos franquicias más ganadoras de la historia, que se había dado en los 50 y 60. Fue así hasta 1985, cuando los dos ya eran figuras consagradas y la vida los unió por un simple gesto.
Bird y Johnson grabaron juntos un comercial de Converse en French Lick, Indiana, y durante el rodaje no se cruzaron palabra. Hasta que, antes de abandonar el set, Bird se acercó al base y le dijo: “Magic, me gustaría que almorzaras conmigo en mi casa. Mi mamá ha preparado el almuerzo”. Aquella frase cambiaría todo. Johnson fue a la casa de su archirrival, vio cuánto tenían en común y aliviaron tensiones. La confesión de la mamá de Bird fue fundamental para que ambos empezaran a confiar en el otro:
“Magic, eres mi jugador de baloncesto favorito”, le dijo ella.
Desde entonces todo cambió y a la rivalidad deportiva la empezó a acompañar una amistad humana. En 1991 ya eran inseparables y llegó la prueba de fuego: Bird fue uno de los primeros a los que Magic Johnson llamó al enterarse que había sido diagnosticado con HIV. El de los Celtics lo apoyó y describió aquella situación como “uno de los peores sentimientos que puedas imaginar”. La amistad siguió hasta el día de hoy y los jugadores que entre ambos suman 8 títulos de NBA aún recuerdan cómo una sincera frase de una madre cambió para siempre uno de los vínculos más representativos de la historia del básquet.
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