En la previa del All-Star Game de la NBA, LeBron James habló sobre aquello que parece evitar a toda costa: el retiro. Cumplió 39 años en diciembre pasado y tiene intacto el deseo de jugar con su hijo Bronny, que seguramente sea seleccionado del Draft en la próxima temporada, pero también es cierto que naturalmente dejará el deporte, más temprano que tarde. Muchos se preguntaban dónde y LeBron lanzó un guiño.

En conferencia de prensa, James reconoció: “No sé cuántas temporadas me quedan; sé que no son muchas”. A pesar de tratarse de una obviedad, interesaba saber qué planes tenía en el mediano plazo. Y sobre eso, mientras transita su sexta temporada en Los Ángeles Lakers, dijo: “No tengo la respuesta sobre cuánto durará y con qué camiseta. Espero que sea con los Lakers. Es una gran franquicia y ha tenido a muchos grandes. No sé cómo terminará, pero está llegando el final, está llegando sin duda”.

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El Juego de las Estrellas, un verdadero espectáculo (Vía: X).

También le preguntaron sobre la posibilidad de una gira de despedida. LeBron, humilde, no descartó la posibilidad como una “deuda” con sus fanáticos, que lo apoyaron durante 20 años, pero reconoció que no se sentiría del todo cómodo:

“Nunca he sido muy bueno en recibir cumplidos. Es algo raro para mí. Nunca hablé mucho de eso, es una sensación rara. Así que ir a cada ciudad, no sé. He visto a Mike (Jordan), He visto a Kobe (Bryant). He visto a muchos chicos hacerlo. No sé cómo me sentiría, no sé si me encantaría”.

Está llegando el final, sin duda. Pero LeBron no parece querer detenerse aún. Ya manifestó su deseo de estar en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024 y hace días hizo su 20º presencia en el All-Star Game de la NBA. Promedia 25 puntos en una temporada irregular de su equipo, espera ingresar al play-in y todavía sueña con compartir campo de juego con su hijo. No queda tanto tiempo; pero definitivamente quedan muchas cosas.