Hace un mes, fue Rashee Rice el que le trajo problemas a los Kansas City Chiefs por golpear a un fotógrafo. Después, fue Chukuwebuka Godrick, arrestado por posesión de drogas. Y, más tarde, el discurso de Harrison Butker; que no se trató de un delito, pero sí generó un clima de críticas y controversia poco favorable para el último campeón de la NFL. Ahora, el defensivo Isaiah Buggs se sumó a la lista.

El jugador de 27 años y 152 kilos enfrenta un lío judicial por haber abandonado a dos perros en la residencia que alquilaba. Aparentemente, Buggs dejó dicha propiedad en Tuscaloosa, pero allí permanecieron un rottweiler y un pitbull, sin agua ni comida. Cuando la policía de Alabama llegó a la casa el 28 de marzo, vio a uno de los dos perros encerrado en una jaula de metal expuesto a la luz solar directa, y al pitbull rodeado de excremento. Un vecino dijo que habían permanecido allí desde hacía, al menos, diez días.

El rottweiler permanece en un refugio local de animales y el otro perro debió ser sacfricado. La Justicia determinará la multa que deberá pagar Buggs como resarcimiento y si el de la NFL puede o no tener perros en un futuro. El defensivo no es indispensable en la alineación de Andy Reid y habrá que ver qué sucede con su caso para inferir el rol que tendrá en los Chiefs. Un nuevo dolor de cabeza para Patrick Mahomes, Travis Kelce y compañía, que cuando no estuvieren en el foco los flashes por Taylor Swift lo estuvieron por haber ganado Super Bowl o, peor aún, por el cuestionable accionar de un compañero.