Los Ángeles Lakers quedaron eliminados de los playoffs de la NBA. Los últimos campeones, Denver Nuggets, le propinaron una ajustada victoria por 108-106 y dejaron así a LeBron James y compañía sin nada por lo que luchar. Pero más allá del resultado, ocurrió una escena que se volvió viral e involucró a la estrella de los Lakers. “¡Maldito llorón!”, le gritaron.
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James se disputaba con Nikola Jokic un rebote (difícil tarea, el Joker tomó ¡20!) cuando el de los Nuggets lo tomó con infracción, según LeBron. Los árbitros cobraron falta defensiva y el 23 se enfureció, alegando que la decisión debería haber sido la contraria. “Ellos son horribles”, se quejaba mientras caminaba por la pista. A lo que una aficionada de los Nuggets, que eran locales, sentada en la primera fila, comenzó a insultarlo.
“¡Maldito llorón!”, le gritó.
LeBron la miró… y preparó una broma. Luego de la jugada de la polémica, pasó caminando cerca de la línea mientras seguía quejándose disimuladamente. La fanática continuaba a los gritos y el jugador, cuando quedó al lado de ella, la asustó. El alero se lo tomó con risas, mientras ella parecía seguir enojada. Luego, LeBron la burló imitando la manera en que la mujer se había asustado. “Dio miedo, eh”, decía entre risas y a tono de burla.
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¿Bronny James a los Lakers?
El futuro de LeBron James es todavía incierto, luego de su eliminación a manos de los Nuggets. Pero lo que es un hecho es que desea jugar con su hijo Bronny la próxima temporada. Por eso, Los Ángeles Lakers preparan una oferta que su estrella no pueda rechazar. Según The Athletic, la franquicia le ofrecerá a LeBron un contrato de 3 años y 164 millones de dólares, además de elegir a Bronny en el próximo Draft de la NBA.
El 23 ya tiene sobre la mesa una oferta por una temporada y 51 millones, pero no pretende firmarlo sin antes conocer el destino de su hijo. Hasta el 29 de junio, un día después del Draft, LeBron puede firmar su contrato con su actual equipo. Desde el 30 del mismo mes, será agente libre y podrá acordar con quien quiera. Es que su prioridad a esta altura de su carrera no es el dinero, sino lo que ya anunció hace un par de años:
“Mi último año en la NBA lo jugaré junto a mi hijo”.