Los playoffs de la NBA parecen estar más en orden. Al menos en las Semifinales de la Conferencia Oeste que protagonizan los Minnesota Timberwolves y los Denver Nuggets. Los de Anthony Edwards y Karl Anthony-Towns habían ganado sus dos encuentros de visitante y el vigente campeón de la NBA tenía un pie fuera de la pelea por el campeonato. Pero Nikola Jokic, que obtuvo el premio al MVP de la etapa regular solo unos días atrás (el tercero de su carrera), reaccionó y puso a su equipo 2-2 en la serie.

Anoche, los Nuggets consumaron su segunda victoria consecutiva en Minnesota por 115-117 evidenciando una rareza en este duelo: en ninguno de los cuatro partidos se impuso el local. Como siempre, Jokic fue vital para el triunfo de su equipo, opacó a un Anthony Edwards que hizo 44 puntos, pero no pudo evitar la embestida de Denver. El Joker anotó 35 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias y contó con la ayuda de Aaron Gordon y Jamal Murray, con 27 y 19 puntos cada uno, respectivamente.

En rueda de prensa, un periodista le preguntó al gigante de 2,11 metros por sus sensaciones al ser elegido nuevamente como el mejor jugador de la liga. Pero Jokic, que siempre suele bajarles el precio a las distinciones individuales, destacó la necesaria victoria de su equipo por sobre el MVP: “Esto es un poco mejor”, aseguró. Y opinó:

“Sabemos lo que podemos hacer, sabemos que hemos estado en situaciones complicadas y sabemos que podemos remontar. Tenemos que jugar como campeones, con esa mentalidad”.

Elogios de sus compañeros

Jamal Murray, socio dentro de la cancha del serbio, llenó de halagos a quien le permitió ser campeón de la NBA en la temporada pasada y dijo que él hace que todos alrededor suyo “se diviertan más” y se mostró muy feliz de representar a los Nuggets. Los vigentes campeones volverán a jugar de locales el Juego 5 y deberán romper el “maleficio” de esta serie para no quedar al borde de la eliminación. Detener a Anthony Edwards, una tarea necesaria en pos del objetivo.

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