Lideró a su equipo, Miami Heat, a dos Finales de la NBA en las últimas 4 temporadas. Aunque se topó, primero, con Los Ángeles Lakers de LeBron James y, luego, con un incontenible Nikola Jokic y sus Denver Nuggets, Jimmy Butler es uno de los jugadores más importantes que ha pasado por la franquicia de Florida desde la salida de LeBron y el ocaso de aquella dinastía: James-Bosch-Wade. Pero su físico no le ha permitido ejercer su rol este año.

Se lesionó a finales de diciembre y se ausentó cuatro partidos. Pero, el día de su regreso, solo disputó 23 minutos porque volvió a padecer un problema físico; precisamente, en el dedo del pie derecho. Se temía por su gravedad, pero Butler dijo hace unos días:

“Al principio pensé que era mucho peor de lo que realmente era. Tenía miedo de que fuese un hematoma o estuviese afectado el hueso. Me alegro mucho de que no haya sido eso”.

Según le contó a Barry Jackson, de The Miami Herald, el 22 de los Heat está evolucionando paulatinamente y, aunque no se sabe cuándo regresará (está descartado para el próximo encuentro, frente a Brooklyn Nets) brindó esperanza: “Está mejorando. Me estoy moviendo un poquito mejor. Estuvo realmente mal, pero ahora está mejor. Puedo ponerme el calzado y atarlo sin demasiado dolor. Sonrío porque volveré pronto”.

Ya son 15 los partidos que Jimmy Butler se perdió esta temporada. Cabe recordar que con 18 ausencias, un jugador no puede competir por los premios de final de temporada, ya sea MVP, All-Star, etc. Le preguntaron a Butler si eso le preocupaba, pero él dejó claras sus prioridades:

“¿Qué piensas? ¿Crees que estoy preocupado por alguna recompensa? La única recompensa que me importa son esas pancartas que ves ahí arriba”.