La Selección femenina de Estados Unidos comenzó su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 con cierto resquemor por ya no tener entre sus jugadoras a históricas como Megan Rapinoe o Alex Morgan. Pero las futbolistas se hicieron cargo y vencieron 3-0 a Zambia. El primer tanto lo anotó Trinity Rodman, la delantera de 22 años que juega en Washington Spirit, es una de las mejor pagadas de la NWSL y es hija de la leyenda de la NBA Dennis Rodman.

Rodman quería jugar al fútbol universitario, pero en 2021, luego de la pandemia de Covid-19, decidió apostar por el profesionalismo y firmó con el Washington Spirit al ser elegida en el segundo lugar del Draft. Su contrato de 1.100.000 de dólares por cuatro años la convirtió en la jugadora mejor paga de toda la liga. En su primer año en la NWSL fue elegida Novata del Año, Mejor Futbolista Joven de Estados Unidos, fue incluida en el Mejor Once de la liga y fue una de las claves para que Washington Spirit se quedara con el título esa temporada.

Sus logros individuales le valieron la convocatoria a la Selección femenina de Estados Unidos, donde logró un récord. A los 21 años y 50 días anotó un doblete, convirtiéndose en la futbolista más joven en lograrlo con su selección. Luego de clasificar a París 2024, ahora es una pieza clave del equipo de su país que buscará conseguir una medalla de otro color, luego del bronce en Tokio 2020. El primer paso fue acertado y Trinity Rodman fue fundamental.

La relación con su padre

Trinity nació el 20 de mayo de 2002 en Newport Beach, California, cuando su padre Dennis Rodman ya se había retirado de la NBA. Había sido uno de los mejores defensivos de la historia y ganado cinco anillos con los Chicago Bulls de Michael Jordan. En 2001, mantenía una relación con Michelle Moyer, quien quedó embarazada de Trinity y con quien luego se casaría. Fue una época económica difícil para la familia, ya que Dennis había despilfarrado la mayor parte de su dinero.

Con su padre envuelto en adicciones y problemas de conducta, Trinity fue criada, en gran parte, por su madre. En 2012, sus padres se divorciaron en medio de conflictos por violencia doméstica y Trinity Rodman no ha mantenido una gran relación con el ex NBA desde entoncs. Sin embargo, no se averguenza de su apellido:

“Claro que estoy orgullosa de mi apellido. Mi padre fue un atleta increíble y obtuve genes de él, pero me emociona llamarme así no sólo por ser la hija de Dennis, sino también de mi madre, un ser que me crió y de la cual siento que tengo su tenacidad y competitividad. Fue mi apoyo durante muchos años y ha sido gran parte de lo que soy hoy”, puntualizó.