La final del Mundial de Rugby 2023 reunía a los dos mejores seleccionados de la historia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, y con ellos, a muchas figuras de todos los ámbitos. Por el lado del tenis, “dijeron presente” Novak Djokovic y Roger Federer. El suizo, además de su rol de espectador durante el encuentro, visitó el vestuario springbok tras la consagración. Tiene un vínculo con el país que viene desde niño.

Durante los festejos de los sudafricanos tras la victoria por 12-11, apareció Roger Federer en el vestuario. Se filtraron videos que muestran cómo el suizo prácticamente opacó a los jugadores, que se vieron relegados del centro de atención. Algunos, como Damian De Allende le pedían fotos a la estrella suiza. Otros, como Handré Pollard, lo abrazaban y le dedicaban unas palabras. Y otros, como el medio scrum Faf de Klerk, no se intimidaron demasiado y celebraron con Federer tomando cerveza en ropa interior.

Mira los festejos de Sudáfrica tras el título

Roger Federer saluda a los Springboks tras la consagración (Vía: X).

Una vida ligada a Sudáfrica

La madre de Roger, Lynette, nació en Sudáfrica; por lo que él tiene la nacionalidad y fue educado desde chico en esa cultura. Aunque su padre no dominaba el inglés, su madre intentó enseñárselo a su hijo lo más posible, y formarlo en la tradición sudafricana. Contó en una entrevista que, cuando Roger era niño, visitaron el país para conocer a sus familiares, y quedó encantado. Lynette confesó que su hijo, alguna vez, le había dicho que Nelson Mandela sería la persona que más le hubiera gustado conocer.

De adulto, Roger no olvidó su vínculo con el país de su madre y se comprometió con él. Tiene una fundación solidaria que ayuda, no solo en Sudáfrica, sino también en Lesoto, Namibia, Zambia, entre otros. Hace un tiempo, para recaudar fondos para su fundación, jugó en el país de Mandela un partido de exhibición frente a Rafael Nadal. En aquella oportunidad, también había estado Siya Kolisi, capitán de los Springboks, que le había obsequiado una camiseta de los de verde y el suizo se la había puesto para ovación de una multitud. Roger había declarado en ese entonces:

“Finalmente en África... Siento que tardara tanto. Esto significa un mundo para mí”.