Una de las mejores tenistas de la historia, Serena Williams, estuvo en París disfrutando de los Juegos Olímpicos como muchas celebridades. Recorrió las calles de Francia, disfruto del clima olímpico junto a sus hijos, vio a Simone Biles y comió en restaurantes de lujo con vistas a la Torre Eiffel. En realidad, eso intentó… pero no se lo permitieron.

Aparentemente, la campeona de 23 torneos de Grand Slam quiso tener una velada en The Peninsula Paris, un restaurante de 5 estrellas que da a la Torre Eiffel, pero no la dejaron ingresar por supuestamente carecer de disponibilidad. Esto generó el enojo de Williams, que escribió en su cuenta de X:

“@peninsulaparis me han denegado el acceso para comer en azoteas vacías de lugares más lindos. Nunca con mis hijos. Siempre hay una primera vez”.

Miles de fanáticos cuestionaron inmediatamente el accionar del restaurante. “¿Cómo no hacer lugar para la reina?”; “¿Quién puede rechazar a Serena Williams?”, se leía en X. Y la respuesta del restaurante no tardó en llegar. Desde la cuenta de The Peninsula Paris dijeron que sería un honor brindarle un gran servicio y explicaron por qué no pudieron dejarla entrar.

Se ve que, si bien Serena lo creyó vacío, el restaurante estaba “completamente reservado”. Escribieron: “Le pedimos disculpas por la decepción que sufrió esta noche. Lamentablemente, nuestro bar en la azotea estaba completamente reservado y las únicas mesas desocupadas que vio pertenecían a nuestro restaurante gourmet, L’Oiseau Blanc, que estaba completamente reservado”.