La imagen es verdaderamente impactante. Por la Semana 3 de la NBA, atacaban los Utah Jazz, su equipo, cuando sobre el costado derecho de la cancha cayó al suelo Taylor Hendricks visiblemente dolorido. Es que el ala-pívot de 20 años, en pleno partido ante Dallas Mavericks (sería victoria de Dallas 110-102), se fracturó, solo y sin resistencia rival, el peroné y se dislocó el tobillo. Imágenes duras y mensajes de apoyo de sus colegas.

Hendricks fue trasladado enseguida al hospital tras la lesión que ocurrió a mediados del tercer cuarto. El tobillo quedó girado hacia afuera y en las imágenes se puede ver cómo se cae con el peso de todo su cuerpo encima de su pierna. El personal médico llevó inmediatamente una camilla a la cancha y posteriormente se le pudo ver usando una bota protectora y muletas al abandonar el American Airlines Center. Le hicieron estudios y se habría confirmado una fractura de peroné y dislocación de tobillo.

Compañeros y rivales se vieron impactados por la situación. Uno de los jugadores que quedaron cerca de esa acción escalofriante fue el pivote Lauri Markkanen de los Jazz, que expresó:

“Es una gran desgracia. Todos estamos aquí para él. Es una lástima que hayamos perdido, pero él es más importante que eso. Sabemos lo duro que trabajó todo el verano para estar listo para esta oportunidad, así que seguro que le resultará duro”.

Kyrie Irving, de Dallas Mavericks, también habló acerca de la lesión de Hendricks: “Le puse una mano en el hombro, pero estoy seguro de que estaba en estado de shock. Siempre que pasan cosas así... Desafortunadamente he sido parte de algunas de esas lesiones que sucedieron en la cancha. Pero sí, solo estoy rezando por él, rezando por su familia, rezando para que regrese aún más fuerte. Te afecta la psiquis como deportista cuando ves algo así, pero luego tienes que seguir jugando. Pero definitivamente lo sentimos por él, y yo lo siento por él. Solo estoy rezando para que esté bien”.

Mira la impactante lesión

Hendricks, la selección general número 9 del draft de 2023, es una parte importante del proyecto de reconstrucción de los Jazz, se perfilaba como un defensor sobresaliente, con un promedio de 7.3 puntos y 4.6 rebotes por partido como novato y pasó a formar parte de la alineación titular con regularidad esta temporada.