El sábado pasado la cuenta oficial del PGA Tour anunció una noticia devastadora: que Grayson Murray, golfista de 30 años, había fallecido. Murray se había retirado del Charles Schwab Challenge de Fort Worth (Texas) luego de la segunda vuelta, el viernes, por una enfermedad no especificada; el jueves había registrado dos golpes bajo el par. A la mañana del sábado, se supo que había fallecido. Y ahora se conoció el motivo.

Según el PGA Tour, la entidad había hablado con los padres del jugador para transmitirles su pésame y ellos habían pedido que el torneo continuara: “El PGA Tour es una familia, y cuando pierdes a un miembro de tu familia nunca vuelves a ser el mismo. Estamos de luto por Grayson y rezamos por el consuelo de sus seres queridos” habían escrito en redes sociales.

Grayson Murray había ganado dos veces en el PGA Tour y había alcanzado el puesto 46º como su mejor posición histórica en el ranking mundial. Su muerte generó una enorme conmoción en el circuito y durante el día posterior no se conocía la causa. Pero el domingo Eric y Terry Murray, sus padres, estremecieron a todos con un comunicado el domingo. El golfista había lidiado con problemas con su salud mental y también con el alcohol, aunque en enero había revelado que hacía 8 meses que no bebía.

Los padres de Grayson Murray escribieron: “Hemos pasado las últimas 24 horas tratando de aceptar el hecho de que nuestro hijo se ha ido. Es surrealista que no solo tengamos que admitirlo ante nosotros mismos, sino que también tengamos que reconocerlo ante el mundo. Es una pesadilla... La vida no siempre fue fácil para Grayson, y aunque se quitó la vida, sabemos que ahora descansa en paz”. Y también:

“Nos gustaría agradecer al PGA Tour y a todo el mundo del golf por el gran apoyo. Respeten nuestra privacidad mientras trabajamos en esta increíble tragedia y honren a Grayson siendo amables unos con otros. Si eso se convierte en su legado. No podemos pedir nada más”.

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