Tom Brady lloró de emoción en una noche que le rindió homenaje
El mariscal ingresó al Salón de la Fama de la NFL y los Patriots retiraron su camiseta. Los elogios de colegas como Peyton Manning y un discurso memorable.
Fue casi protocolar. Tom Brady es el mejor jugador de la historia de la NFL y su ingreso al Salón de la Fama no era sino cuestión de tiempo. El 7 veces campeón del Super Bowl, finalmente, a los 46 años, protagonizó una merecida y emotiva noche en la que se le rindió homenaje. Los New England Patriots lo hicieron llorar con una noticia, sus colegas lo plagaron de elogios, hubo momento de bromas y Brady dio un sentido discurso.
Peyton Manning, cinco veces MVP de la NFL y antiguo mariscal de Indianapolis Colts y Denver Broncos, sorprendió a uno de sus principales competidores en su noche especial. Reconoció que “Tom cada año se mostraba mejor”, recordó cuando se hicieron amigos. Brady le devolvió los elogios: “Sin Peyton Manning en la liga yo no hubiera sido el jugador que fui, él era el estándar para evaluar a los quarterbacks cuando llegué a la liga y siempre fue mi modelo a seguir”.
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Hubo tiempo para el humor. En la noche en la que la NFL le dio a la bienvenida a Brady como miembro del Salón de la Fama estuvo Drew Bledsoe, quien era el quarterback titular de New England Patriots hasta la llegada de Brady, que lo hizo reír con algunas bromas:
“Fuiste el peor quarterback suplente de la historia de la NFL. Nunca entendiste que cuando yo estaba sano, se suponía que vos debías sentarte”.
Antes de dar un discurso muy emotivo e invitando a todos los chicos a jugar football americano por lo “difícil” que es hacerlo, y de dar una espectacular lección de vida gracias a la que lo aplaudió todo el Gillette Stadium, el mariscal fue protagonista de un momento que le valió algunas lágrimas. Los New England Patriots anunciaron oficialmente que “nunca más volverá a ser usada” la camiseta número 12, aquella con la que Brady construyó su legado de la mano de Bill Belichik. Y Tom Brady no pudo esconder su emoción, mientras el público lo ovacionaba debidamente.
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