Isiah Pacheco tuvo una destacable actuación el pasado fin de semana frente a Minnesota Vikings, especialmente por su labor en la primera anotación de su equipo, Kansas City Chiefs, por la quinta fecha de la NFL. A sus 24 años, Pacheco reúne numerosas experiencias traumáticas que merecen ser contadas y que retratan un costado poco conocido del 10 de los Chiefs.

En el 2016, el hermano mayor de Pacheco fue asesinado a puñaladas. Su atacante se justificó diciendo que se había tratado de defensa propia, pero luego se comprobó que había modificado pruebas por lo que fue declarado culpable. Tras la pérdida, Pacheco buscó consuelo en su hermana Celeste.

Mira la anotación de Pacheco

Isiah Pacheco y un gran touchdown frente a los Jets (Vía: X).

Al año siguiente, la segunda tragedia familiar. Su hermana, quien había sido su sostén, fue hallada muerta en su casa de Nueva Jersey a causa de un disparo en la frente. El autor del crimen fue una persona con la que ella había tenido un hijo. Pacheco confesó alguna vez su dolor: “Pienso en mi hermana todos los días. Es muy difícil para mí, y la extraño un montón”.

Deportivamente también tuvo sus desafíos, aunque de distinta índole, evidentemente. Cuando se especulaba que sería elegido en la quinta ronda del Draft de la NFL, finalmente fue seleccionado en la séptima, por “no tener tamaño ideal, ni una buena visión”. Dos años más tarde, Pacheco puede jactarse de ser campeón de la NFL y pieza clave en Kansas City. Siempre será consciente de cuál es su principal motivación; sabe que sus hermanos, a quienes conmemora con dos tatuajes en su brazo derecho, lo han ayudado a llegar tan lejos, y los recuerda cada día:

“Por ella (mi hermana) es que nunca doy una yarda por perdida. Mis hermanos son mi motivación para ser mi mejor versión y aprovechar mi oportunidad”.