Hace unos días, Rudy Gobert, pívot de Minnesota Timberwolves, fue sancionado por la NBA con 100.000 dólares por acusar que los árbitros de su encuentro eran parte del “mundo de las apuestas”. Evidentemente, se trata de algo cada vez más presente en la liga que ha generado grandes perjuicios y que no parece detener su marcha. El entrenador de Cleveland Cavaliers, J.B. Bickerstaff, es testigo de ello.

En una conferencia de prensa previa al encuentro que disputaron los Cavaliers y los Miami Heat, que acabaría en victoria por 107-104 de los de Florida con un brillante Jimmy Butler de 30 puntos, el entrenador de los de Ohio reveló que había recibido amenazas a causa de las apuestas que involucraban a su familia. Como consecuencia, opinó que el mundo de las apuestas “ha ido demasiado lejos” y advirtió sobre sus efectos.

El coach de 45 años, que lidera a un equipo de gran campaña en la NBA (3º en la Conferencia Este, con 43 victorias y 26 derrotas), se expresó:

“Algunos de esos apostadores deportivos consiguieron mi número de teléfono y me enviaron mensajes de texto sobre dónde vivo, mis hijos y todo eso. Este un juego peligroso y es una fina línea sobre la que estamos caminando, sin duda”.

También aseguró que, muchas veces, las personas apuestan dinero con el que “pagan sus cuentas de luz”, por lo que realmente se vuelven muy dependientes del resultado de sus apuestas. Y contó cómo, desde su experiencia como entrenador, ha oído varias veces aficionados gritarles para que mantuviera o buscara un resultado que a ellos les generaría dinero:

“No hay duda de que se ha cruzado la línea. La cantidad de veces que tenemos una ventaja de 10 puntos y la gente me grita que mantenga a los jugadores para llegar a 11 es ridícula. Entiendo el aspecto comercial y la naturaleza del negocio, pero creo que ha ido demasiado lejos”.

Escucha lo que dijo Bickerstaff

El entrenador de Cleveland, honesto en rueda de prensa (Vía: X).