El primero de los siete partidos había quedado en manos de los Denver Nuggets. Por eso, encabezados por LeBron James, Los Ángeles Lakers buscaban desesperadamente igualar la serie de la primera ronda de los playoffs de la NBA. Y estuvieron realmente cerca: los visitantes llegaron a estar 20 puntos arriba en el marcador, algo que no sucedía hace más de 10 enfrentamientos. Pero Jamal Murray les ahogó la fiesta.
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El primer tiempo fue impreciso de parte de los Nuggets, que no parecían encontrar el rumbo ni acertar triples. El propio base canadiense encestó solo 9 de sus 24 tiros de campo y finalizó un chato partido con 20 puntos y 5 rebotes. Pero lo cierto es que sus últimos cuatro fueron vitales para la victoria. Tampoco Nikola Jokic brilló desde el principio, hasta que se adueñó de su equipo y se hizo cargo de la remontada. Controló el encuentro con 20 rebotes y gestionó el ataque con 10 asistencias y 27 puntos. El entrenador rival, Darvin Ham, luego del partido se limitó a elogiarlo: “No sabes qué más hacer”.
El encuentro estaba 97-97 con 50 segundos por jugar. En ese lapso, primero, hubo una canasta de LeBron James. Pero enseguida igualó Murray. 99-99. El 23 de los Lakers y cuatro veces campeón de la NBA volvió a tomar el balón, se sacó un defensor de encima, e intentó un triple. Pero erró, y el balón quedó en manos de los Nuggets, con el resultado empatado y 12 segundos por jugar. Nuevamente fue Jamal Murray el responsable de liderar el ataque; el tiro final. Se sacó de encima la marca nada menos que de Anthony Davis y, milésimas antes de oír la chicharra, lanzó un incómodo doble.
Efectivamente, la pelota entró luego de que se escuchara el ruido que indicaba el final del partido. Con lo justo. Fue 101-99 y delirio. Todos en el Ball Arena saltaron de sus asientos. Jokic y sus compañeros, eufóricos, se abalanzaron sobre Murray. Los Lakers quedaron 0-2 cuando tenían todo para empatar la serie, pero todavía tienen una oportunidad: jugarán de locales, en el Crypto.com Arena, los próximos dos partidos. Por lo pronto, su coach, fue sincero y contundente:
“Esto duele, y hay que recordar este sentimiento en la vuelta a L.A. Debemos darles esta sensación en el tercer partido”.