Ilia Topuria, campeón mundial de artes marciales mixtas, compartió sus impresiones sobre el partido entre España y Georgia en la Eurocopa, un encuentro muy especial para él. Topuria, quien tiene doble nacionalidad española y georgiana, ha declarado en varias ocasiones que representa y defiende con orgullo a ambos países.

Durante el partido jugado en Colonia, Topuria publicó un mensaje en sus redes sociales durante el descanso: "¡Qué partido!". Tras la goleada de España por 4-1, volvió a aparecer en sus redes para analizar el encuentro, generando gran expectativa debido a su vínculo emocional con ambos países. Topuria, quien ganó el título de campeón de peso pluma de la UFC al derrotar a Alexander Volkanovski en febrero, es actualmente uno de los deportistas más destacados a nivel mundial.

Ilia Topuria y su pasión por el fútbol

Además de su éxito en las artes marciales mixtas, Topuria es un apasionado del fútbol. Tras ganar el campeonato mundial, realizó el saque de honor en el Santiago Bernabéu, mostrando su admiración por Florentino Pérez, presidente del Real Madrid.

"Me hace mucha ilusión por todas las cosas que ha construido, es un fenómeno", llegó a decir Ilia Topuria sobre Florentino Pérez.

Nacido en Alemania, país anfitrión de la Eurocopa, Topuria es hijo de padres georgianos y se mudó a Georgia a los siete años, donde empezó a practicar lucha grecorromana. A los 15 años, se trasladó a Alicante, España, donde comenzó a entrenar en artes marciales en el Climent Club, alcanzando el título de campeón del mundo a los 27 años.

"Me siento súper español y también me siento georgiano. Es como tener dos hijos. Cuando me preguntan, ¿Georgia o España? No puedes elegir entre dos hijos, a los dos los quieres por igual. Mis padres vienen de Georgia, mi sangre es georgiana, pero yo he madurado en España", declaró Topuria, reflejando su amor y orgullo por sus raíces y su país de adopción.

En el plano futbolístico ganó España y la selección de Luis de la Fuente está imparable. Sin embargo, Georgia hizo un gran papel en su primera Eurocopa, clasificándose por primera vez a los octavos de final. Por lo tanto, el campeón del mundo salió contento del partido.