Tuvo esporádicos pasos por la NBA, con las camisetas de Sacramento Kings y Portland Trail Blazer. Pero nunca halló la continuidad que sí tiene en la G-League. O, mejor dicho, que tuvo… hasta ahora: porque su equipo, Stockton Kings, anunció su liberación tras conocerse que Chance Comanche estuvo implicado en el asesinato de Marayna Rodgers.

A principios de diciembre apareció muerta cerca de Las Vegas una joven llamada Marayna Rodgers y desde entonces se especuló con la participación de Comanche. Pero no fue hasta ahora, cuando, según medios norteamericanos, el jugador confesó haber sido copartícipe del asesinato junto a su ex pareja, que fue formalmente acusado de conspiración y asesinato por un tribunal de Las Vegas. Aparentemente, Comanche habría revelado dónde estaba el cuerpo. Será trasladado en un lapso de 30 días desde Sacramento hasta Nevada, estado donde ocurrió el crimen.

La secuencia de los sucesos es de terror e involucra a Comanche y a su ex novia, Sakari Harnden. Algunos rastros que la justicia investigó involucran, por ejemplo, intercambios por chat de emoticones de un fantasma, un ataúd, una pistola. El 4 de diciembre, Comanche le escribió a Harnden uno de los mensajes más horrendos: “Si consigues un trozo de cuerda pequeño y grueso o algo resistente, puedo hacerlo desde el asiento trasero. Como lo hacen los asesinos en las películas”.

Según los registros, la noche del asesinato Harnden engañó a la víctima y le hizo creer que Comanche les pagaría 1.000 dólares si podía realizar con ellas una de sus fantasías sexuales. Rodgers accedió, y Harnden la ató al asiento de un Mercedes Benz. Entonces, el basquetbolista la estranguló desde el asiento trasero con un cable HDMI, mientras su compañera ejercía presión con sus manos en el cuello de la víctima. Luego, arrojaron el cuerpo en una zanja y lo cubrieron con piedras. En el informe del caso se leía otra frase aberrante:

“Chance hizo referencia al líquido que salía de la boca de Marayna, lo que les hizo creer que Marayna estaba muerta”.