Guardianas del océano: la lucha de Karla Mora por la vida marina
Karla Mora encabeza iniciativas para proteger a las especies marinas en las costas mexicanas.
En las profundidades del océano y en las costas mexicanas, un grupo de mujeres trabaja incansablemente para proteger la vida marina de las amenazas humanas y ambientales. Entre ellas, Karla Mora se ha convertido en una de las figuras más influyentes en la defensa de especies vulnerables, enfrentando desafíos que van desde el saqueo de nidos de tortuga hasta la contaminación de los ecosistemas acuáticos.
Desde hace más de una década, la esposa de Memo Ochoa se dedica a la preservación marina en diversas regiones de México. Su labor comenzó con la vigilancia de nidos de tortuga en playas afectadas por el tráfico ilegal de huevos, una práctica que persiste a pesar de las regulaciones ambientales. Con el tiempo, su trabajo evolucionó hasta incluir el rescate y monitoreo de especies marinas en peligro de extinción.
"Cada tortuga que protegemos, cada animal que salvamos, representa una pequeña victoria en esta lucha constante por preservar nuestro océano", explica Mora, quien ha liderado campañas de educación ambiental para concientizar a las comunidades costeras sobre la importancia de la biodiversidad.
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La amenaza del saqueo y la contaminación
Uno de los mayores problemas que enfrentan Mora y su equipo es el saqueo de huevos de tortuga, una práctica que persiste debido a creencias populares y el mercado negro. Además, la contaminación del océano ha sido un desafío creciente, con desechos plásticos y derrames de petróleo poniendo en riesgo la vida de miles de especies marinas.
"No es solo el saqueo, también es la basura que llega al mar, el cambio climático que afecta los ecosistemas. Tenemos que actuar ahora antes de que sea demasiado tarde", advierte Mora, quien también ha trabajado en iniciativas para la limpieza de playas y la protección de arrecifes de coral.

Mujeres al frente de la conservación
Históricamente, la conservación marina ha sido un campo dominado por hombres. Sin embargo, en los últimos años, cada vez más mujeres han tomado un papel protagónico en la defensa del medio ambiente. Karla Mora es un claro ejemplo de esta transformación, liderando equipos de voluntarias que patrullan las costas, registran especies en peligro y educan a nuevas generaciones sobre la importancia de la vida marina.
"Estamos demostrando que las mujeres podemos estar en el agua, en el campo, y en donde se necesite para salvar a nuestros océanos. Nuestro trabajo es vital para el futuro del planeta", sostiene.
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Para Mora, el verdadero cambio solo será posible si la sociedad en su conjunto toma conciencia y se involucra en la protección del medio ambiente. Su visión no solo incluye la conservación de especies, sino también la construcción de comunidades más responsables y comprometidas con el equilibrio ecológico.